2014: un año letal para personal de la ONU en misiones internacionales

En 2014 perdieron la vida 61 miembros del personal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el cumplimiento de su deber en misiones internacionales, sobre todo en zonas de conflicto en África, Asia y Medio Oriente.

Cascos-azules-Argentina-Haiti 2014: un año letal para personal de la ONU en misiones internacionales
Cascos azules argentinos en Haiti

El peligro que implica esas misiones es tan previsible que la ONU y sus distintas agencias recomiendan sutilmente a sus funcionarios que redacten un testamento antes de partir, informa Thalif Deen (IPS) desde Naciones Unidas.

Trabajar para la ONU resultó especialmente letal en 2014, ya que su personal «continuó siendo objeto de ataques deliberados y expuesto a entornos peligrosos», según la Comisión Permanente para la Seguridad y la Independencia de la Administración Pública Internacional del sindicato de empleados del foro mundial.

Barbara Tavora-Jainchill, presidenta del sindicato, respondió a la interrogante si la organización internacional hace lo suficiente para proteger a sus empleados en las operaciones en el exterior. «Es una pregunta difícil, ya que en principio la responsabilidad de la protección corresponde principalmente al país de acogida, es decir, el país donde el miembro del personal trabaja/vive», sostuvo.

«Creo que la pregunta más adecuada sería: ¿debe la ONU enviar miembros del personal a lugares donde no puede garantizar su seguridad?», señaló.

De los 61 empleados de la ONU y personal asociado que murieron en el desempeño de su labor en 2014, 33 eran soldados de misiones de paz, 16 civiles, nueve contratistas y tres consultores. En 2013 murieron 58 en total, incluidos 33 soldados de misiones de paz y 25 civiles y personal asociado.

En 2012, 37 empleados de la ONU, entre ellos 20 civiles y 17 soldados de misiones de paz, dos de ellos policías, murieron en el cumplimiento de su deber.

De acuerdo con el Comité Permanente del sindicato, el incidente con más víctimas ocurrió en el norte de Malí, donde nueve cascos azules murieron en octubre tras una emboscada a su convoy.

El norte de Malí fue el lugar más letal para el personal de la ONU: 28 cascos azules murieron en esa zona entre junio y octubre. Y Gaza fue la zona más peligrosa para el personal civil, con 11 muertos en julio y agosto.

Las muertes, algunas de ellas calificadas de «intencionales», tuvieron lugar en Afganistán, Camboya, República Centroafricana, República Democrática del Congo, el norte de Darfur, Gaza, Malí, Pakistán, Somalia y Sudán del Sur.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su profunda preocupación por la continua pérdida de vidas del personal internacional en las operaciones de campo.

«Estoy consternado por el número de trabajadores humanitarios y fuerzas de paz que fueron atacados de manera deliberada en el último año, mientras que intentaban ayudar a personas en crisis», declaró el 8 de enero en una ceremonia conmemorativa para honrar a los funcionarios fallecidos.

En 2014 miembros del personal de la ONU murieron mientras cenaban en un restaurante de Kabul, a la vez que dos de sus compañeros eran atacados tras bajar de un avión en Somalia, recordó.

«Se nos pide que trabajemos en algunos de los lugares más difíciles y peligrosos del mundo», afirmó Ian Richards, presidente de la Coordinadora de Sindicatos del Personal Internacional, en la misma ceremonia.

El trabajo es satisfactorio y «lo hacemos de buena gana», añadió. «Pero lo único que pedimos a cambio es que la organización haga su mejor esfuerzo para protegernos, cuidar de nuestras familias y responsabilizar a quienes nos atacan, incluidos los gobiernos, de su acciones», subrayó.

En un comunicado, el Comité Permanente del sindicato informó que Sudán del Sur fue el país con el mayor número de miembros del personal detenidos o secuestrados.

En mayo se denunció que las fuerzas de seguridad de Sudán del Sur agredieron y detuvieron ilegalmente a dos miembros del personal de la ONU en incidentes separados en Juba.

En agosto, el Servicio de Seguridad Nacional de Sudán del Sur detuvo a dos funcionarios nacionales. Y en octubre, ocho hombres armados vestidos de civil secuestraron a un funcionario del Programa Mundial de Alimentos que hacía cola para tomar un vuelo en el aeropuerto de Malakal y lo llevaron a un lugar desconocido.

Decenas de funcionarios y personal asociado de la ONU también fueron hechos rehenes y secuestrados, aseguró el comunicado.

Los peores incidentes tuvieron lugar en los Altos del Golán, donde 44 efectivos de las fuerzas de paz de Fiji fueron detenidos por elementos armados de la oposición entre el 28 de agosto y el 11 de septiembre.

Miembros del personal de la ONU también fueron secuestrados en Yemen, en la región sudanesa de Darfur, en Pakistán y en Sudán del Sur.

Un contratista internacional de India que trabaja para la misión de la ONU en Darfur (Unamid) fue liberado el 12 de junio después de 94 días de cautiverio.

Tavora-Jainchill indicó que los miembros del personal de la ONU reciben una «compensación por el riesgo» en función de las condiciones del lugar del destino que les toca.

Además, los funcionarios de la ONU tienen un fondo de pensiones que toma en cuenta la muerte y el pago de una pensión o indemnización a los seres queridos sobrevivientes, agregó.

El asunto del testamento «es muy interesante… hace un tiempo le pregunté a alguien de la Administración de la ONU si era realmente así», comentó la presidenta del sindicato.

La respuesta fue que se les pide a los miembros del personal que consideren «poner sus negocios y papeles en orden».

«Mi interpretación de esa respuesta es que ese papeleo podría incluir el testamento», añadió.

  • Traducción de Álvaro Queiruga
  • Publicado inicialmente en IPS Noticias

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