Carmen de Burgos Seguí, natural de Almería, donde se dice que nació en 1867 -no se tiene conocimiento exacto de año-, es una de las escritoras españolas más notables del siglo XX, a pesar de largo silencio impuesto a su obra durante la dictadura franquista.
Muy implicada en la lucha por la república, fue una activista y pedagoga incansable en pro de los derechos de la mujer, desde que tras el fallecimiento de dos de sus hijos y su fracaso matrimonial abandona Almería para pasar a residir en Madrid.
Opuesta a la pena de muerte, a favor del divorcio y el sufragio universal, poco casan estas inquietudes con la frivolidad que le imputa el escritor Rafael Cansinos Assens, quien se refiere a ella con una cierta animadversión al hacer la crónica literaria de la época en La novela de un literato.
En 1920, quien firmó la mayoría de sus obras con el seudónimo de Colombine y fue una de las primeras mujeres trabajando en la redacción de un periódico, creó la llamada Cruzada de las Mujeres Españolas y presidió la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas.
Fue integrante asimismo de las Asociación de la Prensa y del Ateneo de Madrid, escribió centenares de artículos en los principales diarios de la época y también consta como la primera corresponsal de guerra de un periódico español al ser enviada al norte de África para contar la contienda hispano-marroquí.
Compañera de Ramón Gómez de la Serna, es autora de medio centenar de novelas cortas y otras de mayor extensión entre las que figuran La hora del amor, La rampa, Los espirituados, Quiero vivir mi vida y La malcasada, esta última publicada en 1923 y que hace unos meses ha vuelto a las librerías con muy buen criterio y sentido de la oportunidad por parte de la Editorial Renacimiento, con un excelente estudio introductorio de Emilio Sales.
En un país como España, tan brutalmente sacudido por la violencia machista año tras año, novelas como esta de Carmen de Burgos deberían leerse en los centros de enseñanza y ser profundamente debatidas entre profesores y alumnos para la concienciación social del alumnado. Quien fue autora asimismo de obras tan interesantes como El arte de ser mujer, La mujer o El arte de saber vivir, nos ofrece en La malcasada un perfil descarnado del machismo afincado secularmente en la institución matrimonial, que tan calado permanece en nuestra sociedad.
Tal como sostiene Sales en la introducción, el relato -magníficamente escrito- trasciende la anécdota conyugal que asfixia a una mujer de gran sensibilidad para convertirse en crítica mordaz de una sociedad provinciana remisa a desprenderse de sus miserias en el cerrado y levítico ambiente de una pequeña ciudad que, por ser Almería, algo de trasunto vivencial lleva en la versión de la autora.
A través del caso personal que irá tiñendo de sombras la existencia de Dolores, la protagonista, empujándola irremisiblemente hasta los abismos del dolor, Burgos expone un retrato lleno de claroscuros, del que apenas se libra un paisaje al que la autora ha insuflado su ternura evocativa. Subraya Siles que La malcasada es quizá la obra más autobiográfica de Carmen de Burgos, pero también se trata de la crónica de una Almería bárbara, por donde desfilan una serie de criaturas en las que todavía estaban arraigados los vicios ancestrales de la herencia árabe y contra las que se rebela la autora con impulso caricaturesco y vocación demostrativa.
Colombine murio repentinamente en Madrid, el 8 de octubre de 1932, durante un evento organizado por el Círculo Radical Socialista. Hay quien dice que antes del último aliento dijo ¡Viva la República!
- La malcasada.
Burgos, Carmen de (Colombine).
Ed. Renacimiento, Sevilla, 2016.
253 páginas