El Teatro Cervantes de Tánger, propiedad del Gobierno español desde 1928, no ha sido aún cedido a Marruecos, según se desprende de la respuesta del Gobierno a una pregunta parlamentaria del PSOE, efectuada por el diputado por la provincia de Cádiz, Salvador de la Encina.
Aunque en la etapa del exministro de Exteriores José Manuel García Margallo se dio por hecha la cesión, lo cierto es que todavía hay negociaciones al respecto y no se ha producido el abandono de la propiedad española en la ciudad del Estrecho.
Según informa el Gobierno con fecha 15 de marzo de 2017, en enero de 2016, con el entonces ejecutivo en funciones, España remitió a Marruecos un borrador de protocolo de cesión del teatro. Marruecos respondió en julio proponiendo una serie de modificaciones y la embajada española en Rabat hizo una contrapropuesta por lo que se está en la actualidad esperando la contestación por parte marroquí.
Los puntos pendientes de resolución se centran en el futuro papel del teatro una vez que pase a manos marroquíes. España pretende que la programación del centro cultural incluya actividades relacionadas con la cultura española, en el marco del convenio de cooperación cultural firmado por ambos países en 1985.
Otro tema pendiente es el papel de la comisión mixta y su validez temporal. Marruecos quiere que dure lo que duren las obras mientras España quiere que dicha comisión siga teniendo un papel una vez restaurado el teatro, para decidir las actividades que se vayan a desarrollar en el remozado Cervantes.
Por último, para España según el borrador del protocolo de cesión, el teatro se destinará «a los fines de utilidad pública, de interés social y de promoción de la cultura tanto española como marroquí» según el citado convenio de 1985. La elaboración de la programación del nuevo centro cultural se elaboraría según los criterios de la comisión mixta y podrían participar «diferentes instituciones internacionales, aunque el objetivo de dicho centro será en principio promover la cultura española y la marroquí».
España anunció a finales de 2015 a través de Exteriores un acuerdo con el Ejecutivo marroquí para ceder el espacio a cambio de que estos se comprometieran a restaurarlo y a darle uso. Fue un falso anuncio del Gobierno de entonces del que incluso varios medios nacionales se hicieron eco.
El edificio está abandonado -y apuntalado- debido a su mal estado de conservación. En 2013, el Teatro Cervantes celebró su centenario, veinte años atrás, en 1993 albergaría su último acto: una exposición fotográfica. Fue entonces con el Centenario cuando un grupo de escritores y artistas vinculados con Tánger solicitaron públicamente su rehabilitación y se hizo en el Instituto Cervantes una exposición sobre su construcción e historia. La rehabilitación se prevé tenga un coste entre 2 y 3 millones de euros (21 a 31 millones de dirhams).
El teatro fue el más grande de toda África con aforo para 1400 espectadores y en sus tablas pasaron figuras destacadas desde Caruso hasta Antonio Machín.
Está incluido en el listado de los diez mejores edificios arquitectónicos de todo Marruecos construidos durante el siglo XX, según el medio marroquí Al Huffington Post del Maghreb.
Hay que recordar que otro antiguo edificio español, la plaza de toros, la única en todo Marruecos, construida en 1949, fue declarada monumento histórico nacional lo que prohíbe su derribo. La ciudad de Tánger está en trámites de solicitar ser patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Actualmente hay nueve localidades marroquíes que son patrimonio de la humanidad de la Unesco, entre las que destaca la medina o zona antigua de la extinta capital del Protectorado español, Tetuán, inscrita en 1997, al igual que las medinas de Fez (1981), Marraquech (1985) y Esauira (2001), así como las ciudades de Rabat, El Yadida y Mequinez, además del lugar arqueológico de Volubilis y la fortificación de Ait Ben Hadu, en Uarzazat.