El Teatro Cervantes de Tánger está incluido en el listado de los diez mejores edificios arquitectónicos de todo Marruecos construidos durante el siglo XX. Un medio marroquí, Al Huffington Post del Maghreb, ha elaborado este listado donde figura en lugar destacado el mítico teatro español.
Es el único edificio de toda la zona norte marroquí seleccionado y coincide con la reciente petición realizada desde Tánger para que la ciudad sea declarada patrimonio mundial por la Unesco. Actualmente hay nueve localidades marroquíes que lo son entre las que destaca la medina o zona antigua de la extinta capital del Protectorado español, Tetuán, inscrita en 1997, al igual que las medinas de Fez (1981), Marraquech (1985) y Esauira (2001), así como las ciudades de Rabat, El Yadida y Mequinez además del lugar arqueológico de Volubilis y la fortificación de Ait Ben Hadu, en Uarzazate, conocido por sus edificios de adobe y altas murallas donde se han rodado varias películas.
Fue el 11 de diciembre de 1913 cuando se procedió a la inauguración del Gran Teatro Cervantes de Tánger, una obra emblemática entonces en la ciudad del Estrecho, construido con la técnica del hormigón armado y del que recientemente el ministerio de Asuntos Exteriores ha anunciado su venta a Marruecos. La técnica del hormigón armado se utilizó antes que en la Península y un año después se construyó en la misma técnica el faro de Larache.
El Cervantes llegó a ser el mayor teatro de toda África, nació antes de lo que fue conocido como el Tánger internacional, una etapa que marcó la ciudad. Todo se inició por el empeño del matrimonio español formado por Manuel Peña y Esperanza Orellana, quienes querían edificar un gran teatro. Y así se hizo, así nació la obra del arquitecto español Diego Jiménez. La primera piedra se colocó en 1911 en un terreno conocido entonces como la huerta de Frasquito el Sevillano, un andaluz que llegó a Tánger en 1850.
La fachada tenía elementos alegóricos en cemento y las figuras de bajorrelieve que la adornan fueron encargadas al artista sevillano Cándido Mata. El techo fue realizado por el pintor Federico Ribera. La instalación eléctrica contaba con 2000 bombillas y estuvo a cargo del jefe del Teatro Real de Madrid, Agustín Delgado. El espectáculo inaugural contó con la compañía de Opera de Giovanini. El aforo era entonces de 1400 personas. Los precios de aquella primera función fueron en palco y plateas de 20 pesetas, butacas 3 pesetas y entrada general, 50 céntimos.
En 1918 actuó el gran tenor italiano Enrico Caruso y en sus tablas pasaron estrellas como Concha Piquer, Carmen Sevilla, Imperio Argentina, Estrellita Castro y Catalina Berreno, quien simbolizó el canto y la danza clásica con las castañuelas en sus manos.
También pasaron por el Cervantes el hispanocubano Antonio Machín, Manolo Caracol y Lola Flores, quien presentó a su hija Lolita a los espectadores. Además se cuenta que Juanito Valderrama compuso en 1948 en la ciudad su célebre Copla del emigrante, que fue escrita en la factura de un hotel. El propio cantaor afirmaba que Tánger entonces era como «un París en chiquitito, era internacional».
En 1928, el teatro pasó a ser patrimonio del Gobierno español. La intención era convertirlo en «instrumento de influencia» cultural y política en la ciudad del Estrecho. Propiedad que se mantiene hasta hoy mientras no se produzca la anunciada venta a Marruecos. España paga un céntimo de euro, un simbólico dírham como alquiler anual que ha ido abonando a Marruecos por el teatro cuyas puertas se cerraron hace casi 40 años y que se mantiene en estado de deterioro y abandono. La rehabilitación prevé entre 2 y 3 millones de euros (21 a 31 millones de dirhams) y es previsible que la haga su nuevo propietario, Marruecos.
El listado de los diez edificios del patrimonio arquitectónico del siglo XX en Marruecos se completa con las Torres Gemelas o Twin Center de Casablanca construidas en 1998. Son el emblema de la ciudad junto con la mezquita Hassan II y fueron diseñadas por el arquitecto español Ricardo Bofill. Las torres son las más altas de Marruecos y están en el ranking de las 30 de más altura de África.
Además se añaden: el Bank al Maghrib en Rabat construido en 1920; Catedral Notre Dame de Lourdes en Casablanca construída en 1954; Cine Salam en Agadir de 1946 con una superficie de 1200 metros cuadrados y que sobrevivió al terremoto de 1960; Edificio del Crédito Agricola de Rabat construido en la década de 1960; Mezquita Assounna de Casablanca construída en los años 60 y que fue modificada por el Ministerio de Asuntos Religiosos eliminando los elementos vanguardistas por otros más tradicionales; Edificio de Correos de Agadir, construído después del terremoto de 1960; Edificio de Correos de Marraquech, ubicado en la zona sur de la plaza Jemaa El Fnaa y finalmente la Estación termal de Sidi Harazem de 1960 y que da nombre a una conocida marca de agua embotellada en Marruecos.
Para terminar, unos versos del poeta español Alvaro Valverde dedicados al teatro Cervantes de Tánger: «Las ruinas del Cervantes/los vestigios de una dorada edad. Allí los papeles de la Xirgu y la Bernard, y coplas de la Meyer, de Piquer, y la voz de Caruso… ahora bajo la cúpula, restos, melancolía. Y un sonoro silencio».
[…] Por Jesús Cabaleiro Larrán / 04/01/2016 / Sin comentarios […]