FMI advierte afectaciones en «confianza e inversiones» en España
Varias empresas catalanas y bancos anunciaron que sacarán su sede de Cataluña, por temor de ver afectados sus negocios ante una posible declaración unilateral de independencia, informa Andes.
Tras dos días de pánico bursátil y tras constatar la posibilidad de una retirada masiva de depósitos de sus clientes, fue el Sabadell, el segundo banco más importante de Cataluña, el primero en aprobar un traslado de su sede social a Alicante.
El consejo de administración de Caixabank, que cuenta con unos 14 millones de clientes en España (cerca del 30 % de los clientes bancarios adultos del país) acordó también este viernes 6 de octubre de 2017 tomar las medidas necesarias para trasladar su domicilio social, situado en Barcelona, a Valencia.
De la misma manera, han sido numerosas las empresas, como Gas Natural, Dogi, Naturhouse, Eurona, Oryzon, Proclinic o Service Point que ante la situación en Cataluña han optado por el cambio de sede, mientras que otras como Freixenet o Codorniu han anunciado su intención de abandonar la región si se materializa la declaración unilateral de independencia.
Dentro del Ibex 35, empresas como Abertis, Cellnex o Colonial tienen su sede social en Cataluña. Asimismo, otras cotizadas como FCC, Borges o Ercros cuentan con su domicilio social en territorio catalán.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió este viernes que la tensión entre Madrid y los dirigentes independentistas catalanes «podría pesar en la confianza y las inversiones» en la economía española, la cuarta de la Eurozona.
«Las tensiones y la incertidumbre relacionadas con Cataluña podrían pesar en la confianza y las inversiones», declaró Andrea Schaechter, la jefa de la misión del FMI en España, al presentar un informe sobre la situación del país.
Pese a ello, «la previsión para la economía española es robusta», y se mantiene en un crecimiento del 3,1 % para este año, puntualizó.
España es uno de los países de la Eurozona que más crece de un tiempo a acá, con una expansión del 3,4 % en 2015 y del 3,3 % en 2016, es decir el doble de la media de los países integrantes de la moneda única.