Un informe de Amnistía Internacional (AI) revela que, según investigaciones llevadas a cabo por la organización, los cascos azules mauritanos violaron a una joven de 19 años el pasado 30 de septiembre en la ciudad de Bambari, en la República Centroafricana. “Los poderes públicos de la ciudad confirmaron la violación y la ONU ha abierto una investigación”.
La joven, cuya identidad no se ha revelado, ha contado a AI que la violación tuvo lugar justo al lado de un puesto de control de los cascos azules mauritanos que forman parte de la Misión Multidimensional Integrada de Naciones Unidas en Centroafrica (MINUSCA), cuando volvía a su casa a pie hacia las 9 de la noche, después de haber asistido a un entierro. No se encontraba bien y al pasar por el puesto de control aceptó el té que le ofrecieron los soldados. Según su testimonio, se desvaneció después de beber el té y se despertó varias horas más tarde, tirada en el suelo y medio desnuda.
Un guardia y un sanitario del centro médico adyacente al puesto de control encontraron a la joven por la noche. Se encontraba mal y parecía drogada. Al parecer, un soldado del centro de control acudió en dos ocasiones al centro médico para preguntar por la joven.
El personal sanitario de un hospital local ha declarado a AI que, tras los análisis, puede asegurar que la chica fue drogada y sometida a violencia sexual, y que en su cuerpo encontraron esperma por lo que le aplicaron tratamientos contraceptivo y antisida de urgencia.
La víctima y los testigos han denunciado los hechos. La policía encontró envoltorios de preservativos en el lugar del ataque.
No es la primera vez que se denuncian violaciones cometidas por los casos azules en África, entre otros en la República Democrática del Congo, aunque hasta la fecha ninguna de ellas ha terminado en el juicio y la condena de los acusados. En una conferencia de prensa, celebrada en Bangui el 10 de octubre, las autoridades locales denunciaron atentados sexuales de los que responsabilizan a las fuerzas de la ONU encargadas del mantenimiento de la paz
«Esperamos –dice AI en su comunicado- que esta vez la ONU aplique su anunciada política de tolerancia cero, se tome el asunto muy en serio y adopte medidas ejemplares, obligando a las autoridades mauritanas a hacer lo mismo”. La resolución judicial del caso puede sentar jurisprudencia para las fuerzas de la ONU que, hasta el momento, disfrutan de impunidad.