Llega el verano y con él la ingesta de comida rápida y con ello, un aumento del colesterol que quizá desconocemos. Según una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid, (UAM), las personas que ingieren un suplemento de un ácido graso poliinsaturado conocido como omega 3 previene de la acumulación de colesterol en las paredes arteriales, siempre y cuando su dieta sea mediterránea.
En la investigación se ha observado que además del conocido colesterol malo, se han detectado siete productos derivados de la oxidación del colesterol (oxiteroles). Estos son los que contribuyen al desarrollo de la aterosclerosis y con ello, a enfermedades cardiovasculares. La mejora del perfil lipídico hace que el resultado sea un efecto cardioprotector frente a las alteraciones vasculares inducidas por la pérdida de hormonas sexuales.
Hasta ahora se sabía que entre los principales factores de riesgo cardiovascular estaban la hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes, el tabaquismo y el sedentarismo; y ahora, se ha considerado con este hallazgo que la pérdida de hormonas sexuales también incrementa los riesgos de la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Cuando una mujer llega a la menopausia, tiene un cambio hormonal que acusa con diversos síntomas, al igual que le sucede al hombre cuando existe una disminución en los niveles plasmáticos de andrógenos (hormonas sexuales masculinas), en especial la testosterona. La disminución de esta hormona que puede suceder de forma natural o fisiológica, somete al hombre a la andropausia. El varón al envejecer, sufre la aparición de diversas enfermedades relacionadas con la vejez, desde el hipogonadismo hasta el carcinoma de próstata (tumor andrógeno-dependiente) en el que se bloquea la producción y la función de los andrógenos. Al disminuir la testosterona ejerce un efecto negativo sobre el sistema cardiovascular y esos valores hay que vigilarlos anualmente.
Actualmente en España las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte natural. Enfermedades como la isquemia de corazón, la enfermedad cerebrovascular, la insuficiencia cardíaca, hace que sean pacientes que necesiten mantener el colesterol, los trigliceridos y las lipoproteínas de baja densidad, correctamente para que el desequilibrio de estas no afecten la regulación de la presión arterial, y por tanto, tengan lugar las patologías referidas.
El suplemento omega 3 también influye en la salud del cerebro humano y se ha considerado en diversos estudios que el acido eicosapentaenoico (EPA) así como el ácido docosahexaenoico (DHA) son importantes a la hora de mantener la función cerebral en adultos mayores de 50 años. El desequilibrio de omega 3 en la alimentación se asocia a un deterioro del rendimiento cerebral y cognitivo. Además los estudios aportan datos referidos a la depresión, el trastorno bipolar, el TDAH con niveles bajo de omega 3.
La ingesta de una alimentación rica en ácidos grasos omega 3 no impedirá que se añadan suplementos dietéticos a la misma. Huevos, brécol, avellanas, aguacate, salmón, espinacas, entre otros alimentos, mantienen la salud del cerebro y del corazón en perfecto estado; todo ello, si prescindimos de la comida basura, claro está.
Los estudios han sido realizados en ratas macho orquidectomizadas (sin testículos y presentan niveles bajos de andrógenos).