El gobierno chino ha dado diez días de plazo a los corresponsales de los diarios estadounidenses New York Times, Wall Street Journal y Washington Post, para entregar sus carnés de prensa, que tenían vigencia hasta finales de 2020, informa Amnistía Internacional (AI) que, en contra de lo habitual, no facilita el nombre de los expulsados.
«Este ataque a la libertad de expresión va dirigido contra periodistas que han desvelado numerosas violaciones de los derechos humanos en China, desde la provincia de Xinjiang hasta Hong Kong –escribe AI en su comunicado- Sus periódicos han ofrecido investigaciones en profundidad sobre la epidemia del Covid-19 en Wuhan».
El ministerio chico de Asuntos Exteriores ha explicado que la decisión de expulsar a los periodistas es una consecuencia de las «injustificadas restricciones impuestas en Estados Unidos a los medios de comunicación chinos».
Para Ai, este último episodio de las constantes represalias que intercambian Pekín y Washington amenaza con «debilitar el flujo de informaciones exactas e independientes» procedentes de China.
Añade que en un momento en que el mundo tiene necesidad de que todos trabajemos juntos para combatir «el virus devastador, la expulsión de los periodistas podría tener consecuencias desastrosas sobre la salud pública. Tanto en China como en el resto del mundo».