El lanzamiento del dispositivo llamado IQOS realizado por la tabaquera Phillip Morris International, como tabaco ligero para abandonar el hábito de fumar, es un producto que está basado en el calentamiento del tabaco en vez de en la combustión del mismo y por tanto es igual de tóxico que el cigarrillo normal.

Esto supone que el contenido de nicotina es prácticamente igual al del tabaco y no sirve como medida para abandonar el tabaquismo.
Recientemente, la comisión de salud pública del consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud, desaconsejó el uso de los cigarrillos electrónicos y de todos los productos de tabaco sin combustión, entre los que se encuentra también la cachimba, por el riesgo que suponen para la salud. En el informe, que se hizo a raíz de esa determinación, se estipularon los requerimientos para la venta, distribución, patrocinio y publicidad de los cigarrillos electrónicos así como los espacios en donde está actualmente prohibido su consumo.
Las nitrosaminas que son el compuesto químico que está en el tabaco y que se libera con el humo, aunque es menor la cantidad que contienen, la toxicidad puede considerarse dañina para el desarrollo de enfermedades relativas al consumo del tabaco. Contienen también acenafteno, que es un compuesto aromático que asciende al doble de los cigarrillos normales (para que parezca idéntico) y otras sustancias como el formaldehído que también son nocivas para los adictos al tabaco.



