Los datos de la Encuesta de Población Activa en España relativos al 2º trimestre de 2013 muestran un buen comportamiento estacional del empleo, lo que unido a la pronunciada caída de la población activa ha dado lugar a una importante reducción del desempleo en el trimestre, señalan los expertos de Economistas Frente a la Crisis.
La reducción del paro es asimismo una buena noticia, pues dejando al margen la caída de la población activa hay un colectivo bastante numeroso de desempleados que, aunque sea estacionalmente, ha encontrado empleo.
Son, en consecuencia, datos sin duda positivos, como todo aumento del empleo y toda reducción del paro, que suponen un alivio estacional para muchas familias.
Sin embargo, el análisis técnico más detallado resulta mucho menos favorable, porque no se reflejan tendencias positivas consolidables y porque se reafirman los graves problemas de fondo, tanto económicos como de composición y características del empleo y de la producción, que padece la economía española.
Así pues, en Economistas Frente a la Crisis (EFC) pensamos que estos datos no deberían dar lugar a valoraciones demagógicas, sino a un análisis riguroso que permita analizar y dar respuesta a los problemas que reflejan.
Pero, comencemos por explicar brevemente lo que muestra la EPA. Como hemos dicho:
1. Un importante crecimiento del empleo (prácticamente 150.000), pero de carácter estacional, por lo que, aunque sea positivo en sí mismo y alivie momentáneamente la pésima evolución del empleo, no refleja un cambio en las tendencias de fondo del empleo, que continúa cayendo, a tasas más moderadas debido a estos buenos datos trimestrales, pero aún muy negativas: -3,6% interanual.
No puede ser de otra forma porque el empleo no puede crecer sin que la economía recupere un crecimiento robusto, y esto está lejos aún de alcanzarse.
La economía española continúa en recesión y, como señalaba hace pocos días el Banco de España, se mantiene la fortísima caída de la demanda interna debido a las políticas de austeridad y de depresión de los salarios. Tanto consumo como inversión mantienen una contracción considerable, y la positiva evolución de las exportaciones no tiene capacidad para sostener el crecimiento del PIB. Y sin crecimiento no puede haber creación de empleo.
Nada, por lo tanto, ha cambiado lamentablemente en las tendencias de fondo, aunque las actividades estacionales vayan mejor este año. Con la finalización del efecto estacional también se producirá la destrucción de estos empleos. Por eso es preciso que se cree empleo más allá del estacional, y eso requiere superar la recesión y alcanzar el crecimiento económico.
2. La EPA también indica una fortísima caída en la población activa, que se intensifica en este trimestre en medio punto porcentual (la tasa interanual ha pasado del -1,0 al -1,5%).
Hay dos factores que están incidiendo sobre la caída de la población activa: la reducción de la población en edad de trabajar y el efecto desánimo provocado por la propia crisis.
El aumento del empleo estacional no tiene la fuerza suficiente como para compensar el desánimo de tantos millones de parados, la mayoría de los cuales lleva en el desempleo más de dos años.
Esto se refleja (no exclusivamente pero sí con mayor intensidad) en la población extranjera, en la que la población activa se reduce con mucha fuerza a la par que se está reduciendo la población en edad de trabajar (más de doscientos mil en un año, una caída de nada menos que el 4,3%), al tiempo que en este trimestre aumenta de forma significativa el número de inactivos (+61.000).
3. El resultado combinado de la evolución del empleo y de la población activa es una caída del desempleo en cifras muy importantes en el trimestre: -225.000 y una reducción de la tasa de paro cercana a un punto porcentual. Con ello, la cifra de parados cae por debajo de los sicológicos seis millones, aunque la tasa permanece por encima del 26%.
Sin embargo, como hemos dicho esta caída del número de desempleados presenta en su composición y naturaleza dos componentes desfavorables: primero, la transitoriedad, es temporal y a la vuelta del verano el desempleo volverá a subir todo lo que ahora ha bajado por el incremento del empleo estacional, y segundo, que en la otra parte se reduzca debido al abandono del mercado de trabajo de importantes contingentes de trabajadores que antes eran activos y producían o querían hacerlo; hay menos parados debido a que hay menos personas que quieren trabajar, bien por abandonar la búsqueda de empleo, bien por abandonar directamente el país.
Esta es la interpretación comprensiva de los datos más globales de la EPA del segundo trimestre. Junto a ello, merece la pena destacar algunos datos significativos más.
Por una parte, la destrucción de empleo asalariado indefinido que se continúa produciendo, y que de hecho se ha acelerado de forma importante este trimestre al pasar la tasa de variación del -3,5% al -4%. Junto a ello, todo el empleo creado utiliza la contratación temporal. Al tiempo, prosigue la sustitución de empleo a tiempo completo por empleo parcial, claramente en términos interanuales, aunque en este trimestre se refleja de forma más matizada al crecer también el empleo a jornada completa, si bien claramente menos que a tiempo parcial.
Todo esto indica los problemas de la modificación del marco laboral realizado por la reforma del mercado de trabajo: porque no ha aprovechado la ocasión para superar la temporalidad y precariedad del empleo (porque en buena parte la estacionalidad es estable, regular y repetitiva y por lo tanto se podría cubrir con contratos fijos discontinuos y no con contratos temporales precarios), y porque aumentando la facilidad de despido ha provocado una intensificación de la destrucción del empleo indefinido y justamente en plena recesión económica.
La segunda cuestión que merece un comentario es la referida a los datos territoriales, que confirman el análisis que hemos realizado:
- El aumento del empleo se concentra especialmente en las CCAA con mayor actividad turística (Baleares y el eje mediterráneo).-
- La reducción de la población activa se produce especialmente en las CCAA con mayor proporción de población extranjera (Madrid, Cataluña, Canarias, etc.)
- La combinación de ambos factores explica las CCAA en las que se han producido los mayores descensos del paro (Madrid, Baleares, Andalucía, Cataluña, Canarias).
Asimismo hay que llamar la atención sobre las gravísimas tasas de paro de seis CCAA que rozan o superan cifras del treinta por ciento.
En suma, estamos ante un trimestre cuyos datos en principio claramente positivos presentan muchas sombras porque desgraciadamente el aumento del empleo no se va a consolidar mientras no se supere la recesión y no crezca la economía, y porque una parte del positivo dato del paro se debe al abandono de la actividad laboral de un volumen de personas que antes trabajaban y buscaban hacerlo.
Con todo ello, estos datos ponen en evidencia los dos principales problemas de la política económica española: las políticas de austeridad, cuyos recortes en el gasto público están provocando la recesión económica y la destrucción de empleo, y la reforma del mercado de trabajo que, aparte de ocasionar una grave depresión salarial que acentúa la recesión, está incrementando la precariedad del empleo, al sustituir empleo de más calidad por empleo temporal y a tiempo parcial.