by Conrad
En un momento en que nuestra moral está por los suelos tras el fracaso de las Olimpiadas Madrid 2020, cuando ya solo nos queda como consuelo tomarnos una relajante taza de café con leche en la Plaza Mayor, según nuestra Major, o mirar las goteras del Congreso, algunos españoles estamos dispuestos a levantar el ánimo al respetable (ya que otra cosa se levanta poco), y defender lo nuestro, lo de siempre, lo cañí, lo que nos identifica como país, pueblo, aldea, o vaya usted a saber.
Nace pues hoy, aquí y ahora, UN PAÍS DOMO DIOS MANDA, una sección alegre, desenfadada y sin acritud, aunque con un poco de mala leche. Sacada de una frase tan querida y usada por nuestro Presidente del Gobierno, y que encarna todas las virtudes de una país amante de sus costumbres, folclore, chanchullos, sueldos y sobresueldos. Esto es, y sin ir más lejos, UN PAÍS COMO DIOS MANDA. Disfrutemos pues de las esencias patrias, sabiendo que ese contubernio judeomasónico que anida en el COI no podrá quitarnos la alegría de vivir, puesto que tal cosa ya nos la quitan el paro, las hipotecas, la inflación y la escasez de becas.
Y qué mejor para empezar que defender la marca España, que según los expertos está un tanto alicaída. Ánimo pues, paisanos, ahí va un logotipo de regalo como imagen autóctona: jamones en papel, ya que no podemos regalarlos auténticos, porque los periodistas somos de mortadela, aunque cuando pase la crisis cambiarán las tornas. Un logotipo para ponerlo en el despacho, puesto de trabajo, cola del paro, mesita de noche, encima de la tele o junto a la imagen de la patrona del pueblo, pues sabido es que un jamón pega con todo.