Después de dimes y diretes, de paseos en limusina por el suroeste de Madrid, después de ofrecerle los mejores manjares, la mejor disposición y todo el despliegue necesario para obtener a cambio una chapuza de Las Vegas en Alcorcón, con el consiguiente riesgo que eso suponía para Madrid, a cambio de vendernos empleo y bienestar, resulta, que la parte de la pasta no le cuadra al Mister.
No comprendo cómo se negocian los bienes que adquieren los casinos y demás negocios de juego, lo que sí entiendo es que debe ser, cuanto menos, lo primero que se negocie; ni el suelo, ni las vistas, ni los accesos. Si la parte de que Hacienda no somos todos, no lo tenía claro el pastado, después de tanto tiempo, ¿en qué estamos pensando? ¿cuánto dinero le ha costado a la Comunidad de Madrid hacer una apuesta tan pretenciosa? Ni entiendo ni quiero entender cómo se reparte la tarta de la pasta que tienen los que negocian la educación, la enfermedad, la dependencia, los problemas en definitiva. Y también ignoro, cómo se reparte el arte de la solidaridad, lo cierto es que los colegios hacen lo que pueden y han tragado con la LOMCE, los hospitales no llegan y la parte social de dependencia y discapacidad, ahí va, como puede, con la ayuda del que quiera arrimar el hombro. Pocas noticias escucho de Cáritas y de los pucheros que cada día preparan a familias enteras. Poco escucho que personas que tienen algo reparten a los que menos tienen. Ya no escucho cómo sobreviven los huérfanos de Filipinas que están ahí, esperando ver si pueden beber agua potable.
Ahora vienen las fiestas y solamente hablamos de marisco, de miserias que tienen que ver con la tecnología o con regalos carísimos porque “¿hay quién de más? Las personas que se levantan con sus problemillas siguen su camino sin mirar al prójimo porque es muy español eso de ande yo caliente, ríase la gente…Mientras eso sucede, estamos en el país de la corrupción absoluta y aquí el que no corre, vuela. Mucha legislación pero el dinero no lo devuelve ni el gato. Eso sí, como tengas una multa de la ORA sales en el BOCAM y además te persigue Hacienda hasta que te lo quita de tu triste cuenta corriente. Hemos escuchado el nombre de una infanta de España, el de un pájaro llamado Bárcenas y no sigo porque no tendría folio para llenar, y como decía aquel, ¿qué hay de lo mío?
La de euroleches que se podrían repartir a aquellos que no han gestionado bien el dinero de todos; la cantidad de potitos que se podrían haber comprado, perolos de lentejas y un infinito árbol de Navidad lleno de buenos propósitos que solamente es lo que tendríamos que pensar llegado el día 13 de diciembre. Viernes. Nunca dijeron que este día fuera de suerte, pero visto lo visto, lo es. Gracias Santa Lucía por iluminar a los ciegos y evitar que el mini Las Vegas que nos vendieron fuera fruto, si cabe de más corrupción.
No hay mal que cien años dure, aunque esta gestión nos ha parecido eterna. Ortega Cano convive en la cárcel con su hijo. ¡Qué bonito es todo! Ya tienen carnaza para distraer al personal y que hablemos de las miserias de personas que nada tienen en la cabeza salvo la fiesta.
En fin. Vamos a seguir que es de lo que se trata. Gracias a los que ayudan a los demás. Dar a cambio de nada, ¡eso sí que es la leche!
Ana De Luis Otero