Las autoridades británicas interrogarán a los responsables de Facebook por un experimento de 2012, en el que la red social manipuló el hilo de noticias de 700.000 usarios, enviando a unos noticias positivas y a otros negativas, para medir el impacto emocional y ver si podía alterar su estado de ánimo, informa Andes.
La Oficina del comisionado de información, el organismo británico independiente de supervisión, dijo que está investigando el caso: «estamos al corriente de este asunto y hablaremos con Facebook, ademas de coordinarnos con la autoridad de protección de datos irlandesa, para saber más sobre sus circunstancias», dijo a la AFP un portavoz.
La sede europea de Facebook está en Dublín y sus responsables están dispuestos a colaborar: «está claro que el estudio molestó a la gente y asumimos la responsabilidad», dijo el portavoz.
«Queremos hacerlo mejor en el futuro y estamos mejorando nuestros procedimientos basándonos en estos comentarios» de los clientes. El estudio se hizo con la adecuada protección de la información de la gente y estamos dispuestos a responder a cualquier pregunta de los reguladores», concluyó.
La directora de operaciones de la red social, Sheryl Sandberg, admitió que Facebook «comunicó muy mal» lo relativo al experimento: «en Facebook nos tomamos la privacidad muy en serio», agregó Sandberg en Nueva Delhi, adonde viajó para presentar un libro y entrevistarse con empresarios y dirigentes políticos.
No me gusta
El resultado de la investigación, publicado el 17 de junio en la revista de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos (PNAS), muestra que los usuarios utilizan más palabras negativas o positivas según el alcance de los contenidos a los que sean expuestos.
«Los estados emocionales son comunicativos y pueden transmitirse por un efecto de contagio, lo que conduce a las personas a sentir las mismas emociones sin ser conscientes de ello», escribieron los autores, quienes dan por demostrada «la realidad de un contagio emocional de masas por medio de las redes sociales».
El estudio pasó inicialmente desapercibido en los principales medios de Estados Unidos; sin embargo, creció la atención tras los artículos publicados el sábado en la revista en línea de Slate y en las páginas web de The Atlantic y Forbes.
«Es sin duda legal pero ¿es ético?», se preguntaba The Atlantic en un artículo.
Algunos usuarios de la red social del «me gusta» expresaron su «profunda pena» y describieron el método utilizado como «alarmante» o «demoníaco».
«Facebook ha manejado su ‘suministro de noticias’ para un experimento psicológico. Llegó el momento de cerrar tu cuenta de Facebook», se irritó un usuario en Twitter.
Una práctica corriente
Suzy Moat, profesora de ciencias de la conducta de la escuela de negocios londinense de Warwick, dijo que las empresas en internet hacen a diario cosas muy similares al experimento de la polémica: «en muchos sentidos, este experimento es simplemente un ejemplo público de los que llevan a cabo muchas empresas para ver cómo pueden influir en nuestra conducta», explicó.
«Por ejemplo, Facebook y Amazon experimentan constamente mostrando a diferentes grupos de personas versiones ligeramente diferentes de sus páginas para ver si una versión es mejor para incrementar la frecuencia con la que los usuarios se relacionan con el contenido, o si incrementa los clics en anuncios».
«Así que es interesante que haya tanta indignación con ésto, pero no con los experimentos con los que muchos otros negocios en internet hacen con nosotros a diario, posiblemente porque mucha gente no es consciente de que están sucediendo», sentenció.
Por simple sentido común, no tengo duda alguna que estos sistemas de Internet, especialmente los gratuitos (yo uso varios) tienen distintas intervenciones. También creo que más de alguno de ellos tienen «cuasi links», voluntarios o no, con agencias de inteligencia, o bien son monitoreados por éstas, conforme a sus «especiales» intereses.