Miles de cubanos juraron este sábado 3 de diciembre de 2916 ante los restos de Fidel Castro defender la patria y el socialismo, a pocas horas del sepelio del líder histórico de la Revolución, en un acto multitudinario en la Plaza ‘Antonio Maceo Grajales’ en la provincia de Santiago de Cuba, en el oriente de la isla caribeña, informa Andes.
“Demostró Fidel que sí se pudo, sí se puede y se podrá superar cualquier obstáculo, amenaza o turbulencia en nuestro firme empeño de construir el socialismo en Cuba, o lo que es lo mismo garantizar la independencia y la soberanía de la Patria”, afirmó el presidente Raúl Castro en un emotivo discurso.
Ante unas 300 000 personas y de líderes de la región que llegaron a esta provincia cuna de la Revolución Cubana, el mandatario se refirió al legado de quien condujo los destinos de su país desde 1959 hasta 2008 hata llevar a la isla a alcanzar índices de educación y salud hasta ese momento inimaginables para una nación subdesarrollada, incluso por encima de Estados Unidos y Canadá.
Entre las personalidades visitantes se encontraban los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Nicaragua. Daniel Ortega, de Venezuela, Nicolás Maduro y de Haití, Michel Martelly; además los cancilleres de Ecuador, Guillaume Long, y el boliviano David Choquehuanca. También acudieron los exmandatarios brasileños Dilma Rousseff y Luis Inácio Lula Da Silva, y de Dominicana Leonel Fernández y Panamá Martín Torrijos, así como el haitiano René Preval.
Después de varios oradores en representación de las diferentes organizaciones de masas y políticas de la isla que juraron lealtad a las ideas fidelistas, Raúl Castro afirmó que la enseñanza de Fidel Castro, fallecido el pasado 25 a los 90 años de edad, es que se pueden superar situaciones adversas si el hombre no desfallece en su voluntad de vencer.
El presidente de la isla repitió una frase del héroe independentista cubano Antonio Maceo, que corearon los miles presentes, de que “quien intente apoderarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo abnegado en sangre, si no perece en la lucha”.
Raúl Castro se refirió al liderazgo de su hermano en la conducción de la Revolución en los momentos más difíciles de la historia, durante la década de los años 90 del siglo pasado, tras la caída del campo socialista y de la entonces Unión Soviética, cuando el Producto Interno Bruto de la isla cayó en un 34.8 %, época en que, dijo, se deterioró sensiblemente la alimentación de los cubanos, cerraron fábricas y se pasaban entre 16 y 20 horas sin fluido eléctrico, mientras se arreciaba el bloqueo de Estados Unidos y las campañas mediáticas.
A nombre del Partido Comunista, el Estado, el gobierno y los familiares, reiteró el “agradecimiento más profundo” por las incontables muestras de afecto y de respeto a Fidel, sus ideas y su obra, que continúan llegando de diversas regiones del mundo.
En su discurso, interrumpido por consignas de “Raúl, amigo, el pueblo está contigo” y de “Yo soy Fidel”, el orador adelantó que en el próximo período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular Cuba enviará las respectivas propuestas legislativas para que prevalezca la voluntad del líder revolucionario cubano de que una vez fallecido su nombre y su figura nunca sea utilizado para denominar plazas, parques o instituciones y otros sitios públicos y para que no se erijan monumentos, bustos u otras formas similares, a su memoria.
Fidel Castro falleció el pasado 25 de noviembre a los 90 años de edad, y sus cenizas serán depositadas mañana en el cementerio santiaguero de ‘Santa Ifigenia’, cerca a la tumba del héroe nacional de la isla, José Martí; de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria, y del joven revolucionario Frank País.
Al concluir su discurso el mandatario cubano afirmó: “Fidel, Fidel, hasta la victoria, siempre”, a lo que los participantes respondieron con “Raúl es Fidel” y comenzaron a escucharse las notas del Himno del 26 de julio, fecha de la que tomó nombre el movimiento con el cual el extinto estadista hizo triunfar la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959.