Hollande y Valls quieren hacer lo que no logró Sarkozy
La movilización popular contra el proyecto de ley El Khomri, que lleva el nombre de la ministra de trabajo del gobierno Valls, prosigue en Francia con más de 545.000 firmas en las redes sociales, para condenar la denominada «Loi travail», que pretende desmantelar el código laboral en Francia, y hacer retroceder las conquistas sociales obtenidas por los asalariados en este país a lo largo del siglo XX.
Aplaudida por la organización patronal, Medef, la reforma propuesta por el tándem Francois Hollande – Manuel Valls, para “reformar” el código del trabajo, es la medida más derechista de cuantas ha propuesto hasta la fecha un gobierno francés. Elegido con las promesas de un programa de izquierdas, que nunca aplicó, Francois Hollande pretende ahora a establecer lo que no logró el derechista Nicolás Sarkozy durante su mandato presidencial.
Entre las medidas más significativas de este proyecto de ley impugnado por el conjunto de las organizaciones sindicales en Francia, cabe destacar:
- Las indemnizaciones decididas por el Prud’homme, magistratura del trabajo, serán reducidas y limitadas en caso de despido ilegal a tan solo 15 meses de salario.
- El descanso obligatorio de once horas, cada 24 horas de trabajo, podrá ser fraccionado.
- Una empresa podrá unilateralmente modificar la jornada laboral y reducir los salarios.
- Los aprendices menores de edad podrán trabajar diez horas por día y cuarenta horas por semana.
- Bastará con un acuerdo de empresa para aumentar el numero de horas suplementarias.
- Una medida podrá ser impuesta mediante referéndum interno, aun si el 70 % de los sindicatos se oponen a ella.
- Una empresa podrá recurrir a un plan social, expediente de regulación de empleos, aun si no tiene dificultades económicas.
- Un asalariado que rechaza un cambio en su contrato de trabajo podrá ser despedido libremente.
- Por simple acuerdo de empresa se podrá pasar de diez a doce horas de trabajo al día.
Todas estas medidas van destinadas a evitar la aplicación de la ley en vigor y desmantelar el actual código del trabajo en Francia, que la organización patronal considera demasiado favorable a los trabajadores.
Las conquistas sociales obtenidas en este país con la movilización y las huelgas sucesivas de los asalariados desde el final de la segunda guerra mundial, se ven ahora amenazadas paradójicamente por un gobierno que se dice de “izquierdas”, con el minoritario Manuel Valls a su cabeza.
Numerosas son las voces dentro y fuera del Partido Socialista, en la izquierda francesa, que se alzan hoy contra dicho proyecto de ley. Las recientes declaraciones de la dirigente socialista Martine Aubry denunciando las “contra verdades” (para no decir mentiras) y “la falta de conocimiento” del primer ministro Manuel Valls, colocan al Partido en el poder al borde de la implosión. “Trop c’est trop”, Demasiado, es demasiado, ha dicho la alcaldesa socialista de Lille, en las páginas del vespertino le Monde, oponiéndose al citado proyecto de ley.
Nueve organizaciones sindicales reclaman unánimemente en Francia que sea retirado este proyecto de ley, entre ellos la CGT, la CFDT y Force Ouvrière. Una reunión inter sindical decidirá el 3 de marzo de 2016 una respuesta común. La CGT ha convocado ya una jornada de acción y protesta el próximo 31 de marzo para reclamar la retirada de la ley trabajo. En Francia se libra hoy pues una batalla decisiva para el futuro de los trabajadores europeos.