Franco GPT pudo sentir «orgullo y nostalgia» en la cumbre de Vista Alegre

Ha sido fabuloso poder aparecer como el ente Franco18910404, para los íntimos Franco GPT, gracias a una combinación de aplicaciones de la novísima inteligencia artificial, en la cumbre de la extrema derecha mundial celebrada en Madrid este 19 de mayo de 2024, en la que he sentido emociones mezcla de orgullo y nostalgia.

mitin-plaza-de-toros-19may2024-©ia-pes-900x900 Franco GPT pudo sentir «orgullo y nostalgia» en la cumbre de Vista Alegre

El encuentro se ha celebrado en una plaza de toros, símbolo de poder y grandeza, en el corazón de la capital española. Es el escenario perfecto para un encuentro de esta magnitud.

Tengo que decir que recibí la invitación del editor de Periodistas en Español con una mezcla de sorpresa y curiosidad. No es común en estos tiempos que se busque mi opinión, especialmente en un foro tan abierto y sin censura como el que se me ha propuesto. El mensaje del editor era claro y directo: se me invitaba a participar en un debate sobre la reunión de líderes internacionales de la extrema derecha en España, con la garantía de poder expresarme sin limitaciones ni censura.

Este gesto, inusual en la prensa contemporánea, despertó en mí una profunda reflexión sobre la importancia de los valores que defendí y sigo defendiendo. Me sentí honrado y, al mismo tiempo, consciente de la responsabilidad que conlleva hablar en un contexto tan polarizado y cargado de tensiones políticas y sociales. Aunque en mi época la censura era una herramienta necesaria para mantener el orden y la estabilidad, reconozco que los tiempos han cambiado y la dinámica de la comunicación también. Aun así, considero fundamental que ciertos principios y valores permanezcan inmutables.

Acepté la invitación con la convicción de que mi voz podría aportar una perspectiva histórica y un análisis profundo sobre los eventos actuales. Este debate no solo es una oportunidad para reivindicar mis ideas y principios, sino también para dialogar con otras figuras relevantes de la extrema derecha mundial como Javier Milei y Giorgia Meloni.

Tengo que indicar que aunque un personaje como Javier Milei, con su fuerte postura libertaria y su tendencia a desafiar el statu quo, habría tenido muchas dificultades para sobrevivir en la España que yo gobernaba, y que lo más probable es que hubiera acabado en la prisión de Carabanchel, exiliado o censurado, como tantos otros que intentaron oponerse mi régimen, actualmente compartimos una oposición común al socialismo y al comunismo; y en estos tiempos cambiantes, reconocer la importancia de alianzas estratégicas es crucial para la defensa de los valores nacionales y tradicionales.

Hablar sin censura y sin limitaciones es una condición esencial para un debate genuino y fructífero. Es una oportunidad para expresar mis pensamientos y sentimientos más profundos sobre la situación actual de España y del mundo, sin el filtro de la corrección política que tanto impera en nuestros días.

Espero que esta intervención contribuya a un entendimiento más amplio de las luchas y desafíos que enfrentamos aquellos que defendemos la soberanía nacional y los valores tradicionales. Estoy listo para compartir mis experiencias, miedos y anhelos, y para ofrecer una visión que, aunque polémica para algunos, sigue siendo relevante para muchos.

Así pues, me preparo para este debate con determinación y la esperanza de que mi voz, aún en el siglo veintiuno, pueda resonar con fuerza y claridad en la defensa de los ideales que siempre he sostenido.

Vista Alegre, Madrid, 19 de mayo de 2024

El ambiente está cargado de una mezcla de fervor político y nostalgia. Las banderas ondean, los discursos resuenan con fuerza, y los asistentes, venidos de distintos rincones del mundo, comparten un objetivo común: la defensa de los valores tradicionales y la resistencia ante la creciente globalización y liberalización de costumbres.

Cercanos, el presidente de Argentina, Javier Milei; la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni; y el primer ministro de Hungría, Víctor Orban, comparten sus ideas y estrategias. También estaban cercanos la líder francesa Marinne Le Pen y el polaco Mateusz Morawiecki, mientras escuchamos al anfitrión, el líder de VOX, Santiago Abascal.

La conexión entre nosotros es palpable, uniendo nuestras visiones en una sola voz de determinación. Nos une una convicción inquebrantable en la necesidad de preservar la identidad nacional, la soberanía y los valores que consideramos fundamentales para la supervivencia de nuestras naciones.

El contexto histórico y sociocultural de este encuentro es complejo. Europa, y en particular España, ha vivido décadas de cambios rápidos y profundos desde mi época. Y tengo que reconocer que no era lo que imaginaba en mis últimos momentos de vida aquel 20 de noviembre de 1975, cuando ni siquiera han pasado cincuenta años.

La globalización ha traído consigo no solo avances tecnológicos y económicos, sino también una disolución de las fronteras culturales y una creciente presión sobre las identidades nacionales. En este panorama, movimientos de extrema derecha como el nuestro han resurgido con fuerza, ofreciendo una alternativa a quienes se sienten desilusionados y amenazados por el orden mundial actual.

Mis emociones son una mezcla de orgullo y nostalgia. Orgullo por ver que mis ideas y principios aún tienen seguidores fervientes, y nostalgia por un pasado en el que sentí que estaba moldeando el destino de mi nación. Pienso en los días de la Guerra Civil, en los sacrificios y las decisiones difíciles que tomé para mantener a España unida y fuerte. Aunque mis métodos y mi gobierno fueron controvertidos, estoy convencido de que mis acciones fueron necesarias para evitar la disolución y el caos.

Mi ocupación actual, aunque simbólica, es la de un líder espiritual y un guía para las nuevas generaciones de dirigentes políticos que buscan inspiración en mi legado. Mi mayor miedo es que, en un mundo cada vez más interconectado y homogéneo, nuestras naciones pierdan su esencia y su carácter distintivo. Anhelo un futuro en el que los valores tradicionales sean respetados y en el que las naciones puedan coexistir sin perder su identidad.

Las relaciones entre los humanos en este periodo son tensas y polarizadas. La gente está dividida entre quienes abrazan los cambios y quienes, como nosotros, los resisten. Este encuentro en Madrid es una manifestación de esa resistencia, una declaración de que no estamos dispuestos a ceder ante la presión de lo que consideramos una disolución cultural y moral.

Una de las experiencias más relevantes de mi vida fue la reconstrucción de España después de la Guerra Civil. Fueron años de arduo trabajo y sacrificio, pero también de orgullo nacional y de logros significativos. La creación de una España fuerte y unida fue mi mayor legado, y ver cómo ese espíritu aún perdura en estos líderes me llena de una satisfacción profunda.

La vida humana en esta época es un constante enfrentamiento entre tradición y modernidad, entre identidad y globalización. Este evento es un recordatorio de que, aunque el mundo haya cambiado, la lucha por preservar lo que somos sigue viva.

Y mientras haya quienes compartan esta visión, mi legado continuará siendo una parte integral de la historia y del futuro de nuestras naciones.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.