Actos antisemitas, violencias, invectivas y provocaciones varias, o insultos contra el controvertido escritor francés Alain Finkielkraut, perpetrados recientemente por elementos de la extrema derecha más radical infiltrados en las manifestaciones de los gilets jaunes, han provocado la inmediata reacción del conjunto de la clase política en Francia, que con matices y tonos diferentes ha expresado su unánime condena de esos actos ignominiosos.
Manifestaciones contra el antisemitismo han sido organizadas este martes 19 de febrero de 2019 en todo el país. La mas firme condena de todo acto antisemita o racista no debe hacernos perder sin embargo el espíritu critico al analizar como el gobierno de Emmanuel Macron y su primer ministro Edouard Philippe, presente en la manifestación de París, buscan instrumentalizar la sana respuesta del pueblo francés contra el racismo, cuando identifican esa minoría ultraderechista con el conjunto del movimiento de los gilets jaunes, para mejor descalificar sus justas reivindicaciones sociales.
Dividir para reinar y ganar tiempo, es la divisa del gobierno francés desde que empezó la protesta de los gilets jaunes en noviembre pasado, sin aportar una verdadera respuesta de fondo a las reivindicaciones que conciernen la fiscalidad y el nivel de vida de los franceses.
La espiral de violencia que cada sábado se produce en Francia, filmada como un espectáculo por las cadenas de TV, dispone de una calculada ecuación: provocación y violencia igual a violencia policial y represión, que beneficia sobre todo al presidente Macron y a su no-respuesta a las reivindicaciones de los gilets jaunes.
Como ha destacado este lunes el economista y político griego Yanis Varoufakis, fundador del Movimiento Diem25, en una entrevista con Le Media TV, en Paris, “los fascistas son hoy los mejores apoyos en Europa para Emmanuel Macron, Merkel, Junker, Moscovici… porque son la única razón de su propia existencia y viceversa”. “Lo único que mantiene en el poder a Macron, es la amenaza de Le Pen, es así como fue elegido” añadió Varoufakis comentando la situación política en Francia y en Europa.
La prensa independiente se pregunta en Francia cómo es posible que la policía haya filmado e identificado durante toda una jornada a un “casseur” enmascarado en plena acción, en lugar de detenerlo y neutralizarlo en el acto. La puesta en escena de ese “símbolo “de la violencia gilets jaunes ampliamente difundida en las cadenas de información continua, con imágenes filmadas por la propia policía, muestra claramente esa voluntad de “instrumentalización”.
Mientras una parte de los gilets jaunes se dispone a participar en la liza electoral, otra parte recusa el “debate nacional” formateado y controlado por el gobierno y mantiene sus reivindicaciones de forma pacifica. Una minoría presente desde el comienzo en ese movimiento busca la violencia y la provocación, y entre ellos figuran esos elementos neofascistas que utilizan su antisemitismo visceral como arma de provocación, y como el mejor argumento para alimentar la sordera del gobierno y las peores amalgamas.
La otra amalgama a la que conduce la provocación fascista es a la identificación peligrosa entre “antisemitismo” y “antisionismo”. Como lo escribe el periodista e historiador Dominique Vidal en su libro “¿Anti sionismo = antisemitismo? Respuesta a Emmanuel Macron”:” El sionismo es una doctrina política, que, como el gaullismo, el comunismo o el macronismo, se expone a la critica y al debate. Hacer la amalgama con una de las peores formas del racismo es una hipocresía que consiste en banalizar el antisemitismo”.
El movimiento de los gilets jaunes y sus reivindicaciones sociales en Francia, no obstante su naturaleza heterogénea, no tienen nada que ver ni de lejos ni de cerca con la existencia del Estado de Israel, o la ideología sionista, o la muy criticable política de Israel en Palestina. Ese es un tema de política internacional, que algunos buscan amalgamar sirviéndose de las provocaciones que les sirven en bandeja los neofascistas y racistas de toda índole, para eludir así las verdaderas cuestiones que plantea en Francia el movimiento popular de los gilets jaunes.
Entre las amalgamas a las que asistimos, una declaración de un diputado macronista que ha denunciado las supuestas raíces antisemitas del movimiento de izquierdas Francia insumisa. Acusación que ha provocado inmediatamente una querella judicial por difamación y una conferencia de prensa de Jean Luc Melenchon en París, en la que ha reiterado la lucha de la izquierda francesa agrupada en la France Insumisa contra el fascismo, contra el racismo y el antisemitismo. Recordemos que Francia insumisa ha apoyado y participado en las manifestaciones contra el antisemitismo convocadas este martes en Francia.