Greenpeace pide políticas para un aire limpio a la Comisión Europea

España, requerida para dar las explicaciones por su falta de acción sobre la contaminación, no acude a Bruselas

Activistas de Greenpeace han dejado al descubierto sus pulmones exigiendo “Aire limpio ya” en el exterior de la reunión de emergencia a puerta cerrada convocada por el comisario europeo de Medio Ambiente, Karmenu Vella

En 2017, la Comisión Europea advirtió a cinco países, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España, sobre las inminentes acciones judiciales que tomaría por las continua infracciones de las normas europeas sobre la calidad del aire en vigor desde 2010. La República Checa, Rumania, Hungría y Eslovaquia también fueron llamadas a la reunión de hoy por violar las normas de calidad del aire de la UE.

Greenpeace-Bruselas-gposttrih9-600x400 Greenpeace pide políticas para un aire limpio a la Comisión Europea

Greenpeace-Bruselas-pulmones Greenpeace pide políticas para un aire limpio a la Comisión Europea

“El humo de los coches está matando a decenas de miles de personas en toda Europa. Y aunque hay leyes que nos protegen, durante años los gobiernos simplemente no han sido capaces de tomar las medidas necesarias para evitar los niveles ilegales de contaminación del aire. Eso es criminal y debe ser penalizado. Cada día de retraso en cambiar el diesel y la gasolina por un modelo de transporte limpio, dará lugar a más muertes y hará que las prohibiciones de circulación sean inevitables”, ha declarado Raquel Montón, portavoz de Greenpeace de la campaña Aire Limpio.

El dióxido de nitrógeno (NO2) es uno de varios contaminantes tóxicos del aire que proceden de los motores de combustión interna de los automóviles. Puede causar enfermedades cardiovasculares y respiratorias como el asma. La Agencia Europea de Medio Ambiente estima que el NO2 provoca 75 000 muertes prematuras al año en toda la UE (1). El gas tóxico procede principalmente del tráfico, y en particular de los automóviles diesel.

Los nueve países, incluido España, han estado violando los umbrales de calidad del aire para el dióxido de nitrógeno desde 2010. La ley de calidad del aire de la UE obliga a los estados miembros a limitar la exposición de la ciudadanía a los contaminantes atmosféricos nocivos y establece un umbral medio anual de 40 mg / m3 de NO2. El incumplimiento de España es constante en el caso de los límites de contaminación atmosférica de dióxido de nitrógeno (NO2). En Madrid, por ejemplo, el incumplimiento de la normativa legal comenzó en 2010 y se ha repetido cada año; del mismo modo el corredor del Henares, y las áreas metropolitanas de Barcelona, Granada, Bilbao y Valencia son lugares con problemas de contaminación.

“Esta responsabilidad no es únicamente de los ayuntamientos. El Gobierno puede favorecer el cumplimiento de los límites de contaminación o por el contrario impedirlo tal y como está haciendo al subvencionar el diesel o construyendo infraestructuras para favorecer el vehículo privado en vez de el transporte colectivo”, ha apuntado Montón.

Greenpeace ha presentado su propuesta “Repensando el transporte urbano” que reivindica la creación de ciudades saludables y prósperas donde la gente pueda vivir sin problemas de salud debidos a la contaminación del aire. En el documento la organización explica que para proteger nuestro clima se deben eliminar prácticamente los vehículos que funcionan con motor de combustión de nuestras carreteras y repensar radicalmente nuestro enfoque sobre la forma en que nos movemos por nuestras ciudades.

Greenpeace le pide a la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que actúe contra la contaminación que procede de manera mayoritaria de los motores de combustión de los coches en las ciudades; y que no permita que además de perjudicar a nuestra salud, especialmente la de la infancia, acabemos también pagando por ello con nuestros impuestos.

Enlaces:

  1. Informe de evaluación de calidad del aire
  2. Informe sobre la calidad del aire en Europa publicado por la Agencia Europea del Medio Ambiente, 2017
editor
Los editores de Periodistas en Español valoran las informaciones y artículos recibidos en la redacción con criterios profesionales y tienen la obligación de cumplir y hacer cumplir las normas deontológicas que deben suscribir todos los colaboradores.