El servicio publico amenazado, cuando derroche no rima con restricción
Cuando la gente de izquierdas votó en este país por Francois Hollande en 2012 pensaban, sin duda ingenuamente, que el acoso de Nicolas Sarkozy contra el servicio publico audivisual tocaba a su fin, con la tentativa de destrucción inacabada de Radio France Internationale (servicio audiovisual exterior).
Dos años y medio después triste es constatar que el gobierno socialdemócrata de Manuel Valls prosigue, en nombre de la rentabilidad, una política de precarización del servicio publico audiovisual, que se traduce actualmente por una amenaza directa contra el pilar de la radio publica francesa: Radio France y sus múltiples filiales.
Por séptimo día consecutivo, la Asamblea general del personal de Radio France ha reconducido hoy miércoles la huelga ilimitada iniciada el pasado 19 de marzo para protestar contra un plan de reducción de plantilla, que prevé el “despido voluntario” de 200 a 300 personas. Esta anunciada “reestructuración” por razones financieras se produce en el momento en que los gastos astronómicos de las obras de rehabilitación de la Casa de la Radio (Maison de la Radio) han superado todas las previsiones, con un derroche evidente del dinero público.
Se produce también en el mismo momento en que el semanario satírico «Le Canard Enchainé» primero, y el diario «Liberation» después, destaparon la semana pasada el derroche de más de 100.000 euros destinados a la refección del despacho del presidente director general de la empesa, Mathieu Gallet, quien en nombre de la rentabilidad quiere reducir efectivos y externalizar la célebre Orquesta Nacional de Radio France, que considera demasiado onerosa.
La reconstrucción y modernización de la Maison de la Radio, proyecto ambicioso lanzado desde hace ya diez años, que debía tener un costo de 175 millones de euros, ha superado todas las previsiones y el gasto de esta obra todavia inacabada se situa hoy en 584 millones de euros. En nombre de las restricciones presupuestarias, el concierto de la ONRF orquesta Nacional de Radio Francia, que debía celebrarse el pasado 19 de marzo, fue anulado por la dirección de la empresa.
«Le Canard Enchainé» hoy miércoles persiste y firma con una nueva revelación que muestra como los mismos que derrochan el dinero del contribuyente, piden a sus asalariados que se aprieten el cinturón y que se preparen para un expediente de regulación de empleo, basado eso si en el “voluntariado”. El mismo Presidente de Radio France ha contratado una empresa de comunicación privada por el poco módico precio de 90.000 euros para cuidar de su propia imagen, una noticia que va a encantar sin duda, escribe Le Canard Enchainé, a los ya muy irritados empleados de Radio France. La comunicación de Gallet ha costado tan cara como su despacho! titula le Canard Enchainé.
Daniel Mermet, veterano periodista despedido de Radio France que prosigue ahora de forma independiente su programa radio, via internet, “La bas si je suis” ha dedicado toda una emisión a este movimiento de huelga en la Radio pública francesa, del que poco informan los medios de prensa, radio y televisión. En una asamblea general el pasado viernes, el PDG de la empresa fue abucheado por los asalariados en huelga que reclaman hoy su dimisión.
El Ministerio de Hacienda ha pedido, entre tanto, una misión de investigación sobre los gastos efectuados en Radio France.
La Intersindical de los periodistas, técnicos y empleados de Radio France en huelga, rechazan la visión de su PDG que busca transformar la Maison de la Radio en una especie de gran galeria comercial, en detrimento de la producción, de la calidad de la antena y del empleo. Una profunda crisis de confianza existe hoy entre el discurso tecnocrático de la dirección de la empresa y sus asalariados. Todo ello en el momento en que Mathieu Gallet debe negociar, precisamente con el Estado, el llamado COM, Contrato de objetivos y de medios, que va a determinar el dinero que el presupuesto del Estado consagra al ente publico de radiodifusión.
La huelga ilimitada prosigue hoy en Radio France, respondiendo al llamamiento de cinco sindicatos. La pelota está en el campo de Francois Hollande y de Manuel Valls, quienes deberán responder del derroche y desastrosa gestión de la empresa por su representante Mathieu Gallet.