El ganador del XVIII Concurso Internacional de Piano de Santander, Juan Pérez Floristán, ha presentado en Madrid un trabajo dedicado a Listz, Beethoven y Schumann, un cd grabado bajo el sello Naxos como parte del premio.
Se trata de un recital dedicado a estas tres figuras eximias que han estado en su vida desde el principio y que tanto se relacionan entre sí: Listz con Schumann, a quien dedicaba algunas de sus piezas, y ambos con Beethoven, a quien consideraban su fuente de inspiración para las piezas del disco.
Durante la presentación, que tuvo lugar en La Quinta de Mahler, Juan Floristan (Sevilla, 1994) hizo gala de ser, además de un auténtico prodigio de la interpretación pianística, un gran comunicador. Pero él no alardea ni de lo uno ni de lo otro, sino que con una gran sencillez y cercanía, muestra que le basta con actuar en lo que le gusta y ver cómo el público responde con entusiasmo a todas sus iniciativas. No necesita explicar nada porque todo le viene fluido, lo mismo la música que la palabra, y así habla como si pensara en voz alta: «digo yo que, si esto fue compuesto hace 250 años, un poco de contexto no le viene mal».
Es así como convirtió sus interpretaciones en vivo de varias de las piezas del disco en un auténtico divertimento y así fue como el acto resultó de una gran amenidad.
En La Quinta de Mahler, Floristán estuvo acompañado por Eva Sandoval, de Radio Clásica, Luca Chiantore, musicólogo y autor de las notas al programa del CD, y por su madre María Floristán Imízcoz, primera profesora del pianista y asistente artística en la grabación, pues Floristán es –hay que decirlo ya- hijo de músicos.
Como hijo de músicos, Floristán podía haber odiado la música, pero fue su auténtica vocación y pasión desde niño. Era feliz tocando solo, lo que llegó a preocupar a María, por lo cual, a pesar de ser profesora, pronto lo matriculó “para socializarlo”. Ella, quien lo dirigió en sus primeros pasos, cuenta que jamás oyó de él un reproche, pero veía que su hijo no podía seguir tocando con sus compañeros de la misma edad porque se aburría, pedía tocar con adultos, rodearse siempre de gente mayor, lo que le podía llevar al aislamiento. Por eso lo inscribió desde muy temprano en grupos de músicos profesionales y allí su satisfacción fue total al ver cómo Juan se lo pasaba igual de bien tocando con otros.
Todo ese esfuerzo tutelar fue premiado con creces y Juan es hoy todo simpatía y éxitos gracias a la música. Que los éxitos no han acabado con él sino que, por el contrario, han reforzado su carácter jovial y comunicador.
A lo largo de su formación musical, ha recibido clases y consejos de grandes intérpretes, entre otros Ana Guijarro, Galina Eguiazarova, Daniel Barenboim, Elisabeth Leonskaja, Eldar Nebolsin y Javier Perianes.
Su carrera ha sido imparable: en 2015, residiendo en Berlín, además de ser ganador del Primer Premio y Premio del Público en el Concurso de Piano de Santander «Paloma O’Shea», fue Primer Premio en el Concurso Steinway de Berlín 2015 y Premio honorífico a su trayectoria de Juventudes Musicales de Madrid, y, en un tiempo record, ha hecho su debut en las principales capitales de Europa y Latinoamérica, habiendo tocado, entre otras salas, en el Wigmore Hall de Londres, la Herkulessaal de Munich, la Philharmonia de San Petersburgo, la Salle Cortot de París, el Auditorio Nacional de Madrid, el Teatro de la Maestranza de Sevilla.
Son, además, constantes sus presentaciones en ciudades europeas (Hamburgo, Hannover, Zürich, Berna, Budapest, Varsovia, Turín, Milán).
Ha tocado con orquestas como la Sinfónica de San Petersburgo, Malmö Symphony Orchestra, Orquesta de Radio Televisión Española, Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, Orquesta de Tenerife, Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, OBC, Orquesta Sinfónica de Málaga, Orquesta Sinfónica de Córdoba.
Ha sido dirigido por maestros como Jesús López Cobos, Pablo González, Marc Soustrot, Adrian Leaper, Juan Luis Pérez (su padre), Lorenzo Viotti, Christian Arming, Lorenzo Ramos, Pedro Halffter, Víctor Ambroa o Rubén Gimeno.