La mujer a 1000º, de Hallgrímur Helgason

Historia de una mujer y de un país con fondo de guerra

Portada-Una-mujer-a-1000 La mujer a 1000º, de Hallgrímur Helgason“Mi historia era una pagina de una epopeya más importante. Mi vida no era más que papel agotado en el que el tiempo arrojaba diversas y diabólicas aventuras, formando un tomo indigesto de relatos extraordinarios cuyo único punto en común era yo, y solo yo … Después, durante mucho tiempo dejé de vivir mi vida, contentándome con leerla como un libro … Si alguien me hubiera fotografiado al final de la guerra no habría obtenido la fotografía en blanco y negro de una joven de dieciséis años con el pelo rizado, sino más bien el retrato cubista de Picasso de una pescadora bretona con el rostro recortado en cientos de cuadrados”.

Alternativamente niña islandesa y niña en Dinamarca durante la segunda guerra mundial, vagabunda, clandestina, medio bruja, huérfana y madre descuidada, femme fatale y prostituta, entre ironía y fatalidad transcurren los ochenta años de “La mujer a 1000º”, novela del islandés Hallgrímur Helgason.

Casi 650 páginas de una vida intensa y azarosa y de la historia de un pequeño país, que recorre prácticamente todo el siglo XX. Desde una choza de hojalata en Isafjördur, donde nace la niña que luego será conocida con el apodo de Herra, nieta de una pescadora de la zona y del primer presidente del país (aunque él lo sabrá años después), hasta el garaje de Reijkiavik donde, a los ochenta años y enferma de cáncer de pulmón desde hace varios, Herra espera el momento en que su cuerpo se rinda definitivamente y se consuma, a mil grados, en el crematorio.

Esta novela absolutamente visceral e inclasificable, escrita en primera persona por una mujer divertida y trágica a la vez que ha conocido el amor y la muerte, la violación, la guerra y el exilio, el lirismo de unos paisajes grandiosos que tienen la facultad de absorber al individuo y la exaltación del nazismo, nos habla de destinos increíbles, encuentros imprevisibles y romances caóticos. De la vida de una mujer y el destino de un país entrelazados, de una guerra que es una fatalidad. Una tragedia que recorre la historia de esa mujer, de ese país y de toda Europa.

En la línea de las grandes sagas de la literatura escandinava, la historia de Herra -pese a no tener nada en común, salvo quizás la sombra alargada de la guerra- recuerda constantemente la del Viejo que escapó por la ventana de su residencia el día que cumplió cien años. Herra, nacida como Herbjörg María Björnsso, tiene ochenta años y sabe que se muere de un enfisema en el garaje de Rejkiavik donde vive alquilada sin más contacto con el mundo exterior que una granada de mano – regalo de un padre atípico, “el único nazi oficialmente reconocido en Islandia”, el único que luchó en el ejército de Hitler-, una provisión de cigarrillos, un ordenador permanentemente conectado, con el que ha establecido contactos sobre bases ficticias con interlocutores de las antípodas, y la visita diaria de dos empleadas del servicio social de ayuda a domicilio.

Herra no sale de la cama –donde alimenta su cáncer a base de encender un cigarrillo con la colilla del anterior- más que para ir al baño; y en la cama rememora una vida dura vivida a alta velocidad, con pocas ilusiones y ningún compromiso, a merced de los cambios políticos de un siglo especialmente convulso, entre Islandia, Dinamarca, Polonia, Alemania y Argentina.

Y pasa revista a los hombres de su vida: el padre excéntrico, el abuelo presidente de una nación recién nacida, los hijos no queridos y a los que apenas dedicó tiempo y responsabilidad, y los muchos Jon, John, Jan y Juan con los que conoció el amor, la tristeza, la amistad, la pérdida, los malos tratos y el abandono.

Amargada y lúcida nos habla de la niña refugiada de las bombas aliadas, la joven perdida en los bosques polacos, escondida como Ana Frank en una vivienda, exiliada al otro lado del Atlántico, guiada siempre por un férreo espíritu de supervivencia. Herra es una combatiente a caballo entre tradición y modernidad islandesa, entre ocupación y lucha por la independencia, y el relato de su vida es una novela humanista y muy feminista, especialmente en la forma en que cuenta lo absurdo de las guerras en general, y de la segunda guerra mundial en particular: una guerra que tiene un antes y un después, una guerra que nadie ha olvidado todavía y ha marcado varias generaciones.

  • La mujer a 1000º
    Editorial Lumen.
    ISBN: 9788426421814
    640 páginas, 22,90€
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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