El clima de la libertad de opinión se ha enrarecido en Bolivia a raíz del endurecimiento de la política gubernamental en relación a los medios de comunicación considerados de “oposición” al gobierno de Evo Morales y de las observaciones críticas de diversas ONG, particularmente respecto a la preservación de los parques nacionales protegidos, informa Omar Qamasa Guzman Boutier.
A inicios de la presente semana (10 de agosto de 2015), el vicepresidente Alvaro García Linera declaró que el gobierno suspendería la contratación de espacios de difusión publicitaria, en aquellos medios que “parecen partidos políticos” o respaldan a políticos de oposición. Según la autoridad, el gobierno boliviano habría mostrado un amplio espíritu de respeto a la libertad de prensa, pero ya no puede continuar respaldando a medios que “falsean la verdad y mienten al pueblo boliviano”.
Medios buenos, medios malos
La selección del gobierno, respecto a los medios, se asienta en el grado de cobertura a la agenda gubernamental y a los espacios otorgados al pluralismo informativo y de opinión. Con la finalidad de asegurar una amplia difusión de sus políticas, el gobierno logró el control de varios medios impresos, radiales y televisivos a través de una generosa publicidad oficial. Pese a ello, no pudo evitar las opiniones críticas en relación a determinados tópicos de las políticas que impulsa.
Así, por ejemplo, varias son las voces que alertan de los efectos negativos que la desaceleración económica causará a este país altiplánico, en contraposición a los constantes desmentidos del gobierno. De acuerdo al ministro de Economía, Luis Arce Catacora, la economía boliviana se encontraría “blindada” para resistir el mal momento que la economía internacional atraviesa, así como los efectos previstos en los países de la región suramericana.
El endurecimiento de la relación del gobierno boliviano con los medios que ejercitan el pluralismo informativo llevó, hace poco más de dos semanas a renunciar a Amalia Pando como periodista de la radio difusora ERBOL. Pando señaló que, con su salida de ERBOL, confiaba en que las críticas del gobierno a esa red nacional cesarían. Sin embargo, el pasado lunes, en declaraciones a la prensa, Pando aseguró que el gobierno tiene la firme intención de “acallar ERBOL”.
La red nacional de difusión radial ERBOL, perteneciente a la iglesia católica, se caracteriza por un espíritu plural de la información, así como por la cobertura a opiniones de especialistas en áreas consideradas sensibles por el gobierno, como la economía, la ecología, la corrupción y el respeto a los derechos humanos.
ERBOL denunció el desfalcó de cerca de 500 millones de $us. en el Fondo Indígena (una institución de apoyo a proyectos indígenas, financiada con fondos públicos), administrado por un directorio compuesto en su mayoría por altos militantes del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS). Así mismo, esta red develó tempranamente las intenciones gubernamentales de desarrollar proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos en los parques nacionales, considerados constitucionalmente como áreas protegidas. Por último alertó sobre el proyecto de reelección indefinida de Evo Morales, que pretende viabilizar el MAS.
Las ONG bajo observación
A la difusión de información cuestionadora de algunas políticas de gobierno, también se sumaron investigaciones especializadas de varias ONG en torno a temas económicos y ecológicos, particularmente. De acuerdo al Gobierno, al menos cuatro serían las organizaciones no gubernamentales observadas por la labor de “mentir” y evitar que los bolivianos utilicen sus recursos naturales, en función del desarrollo nacional. Según aseguró Garcia Linera, se trataría de instituciones financiadas “por poderes extranjeros” con la finalidad de “defender los intereses de las grandes empresas extranjeras”.
Entre las instituciones observadas destaca el centro de información denominado CEDIB, que fue destacado en el pasado por el generoso apoyo prestado a los productores de coca, a la cabeza del hoy presidente Morales. También figura la fundación Milenium, perteneciente a la iglesia católica y dedicada al estudio de temas económicos; el centro CEDLA, especializado en el estudio de temas laborales, demográficos y económicos y la fundación TIERRA, cuyo interés investigativo gira en torno a las políticas agrarias y de medio ambiente.