El plan de mejora integral del servicio de Cercanías Renfe y su inminente plan de choque, que fue aprobado para el periodo 2018-2025 lleva consigo una inversión real de casi cinco millones y medio de euros. Si hablamos de mejoras, necesariamente tendría que existir un apartado para la accesibilidad, la reducción de las incidencias, la circulación de los trenes… pero mientras eso sucede, ¿quién atiende a las personas con discapacidad?
Todo esto sería verdad si no fuera porque llegados al mes noveno del año 18 a punto de comenzar el curso escolar, Cercanías Renfe en Madrid, acumula denuncias, quejas y sobre todo, falta de consideraciones con respecto al colectivo con discapacidad. Desde vagones inaccesibles, falta de accesos en las estaciones, hasta el aviso de la llegada de un tren un minuto antes de que salga en estaciones tan grandes como Atocha en donde una persona con discapacidad no puede manejarse sola.
No hablemos de los sistemas de audio en los vagones que o son inexistentes, o suenan mal, o no se comprende lo que dicen o simplemente están apagados porque le molesta al conductor, y ya que hay poca gente, para qué lo voy a poner… Así se despachó un conductor ante una persona con baja visión que no podía saber en qué estación debía bajarse. Ante todo su comodidad, y por debajo de todos los valores, la dignidad pisoteada de las personas que luchan por mantener su autonomía y no logran sino ese tipo de desplantes ante su soledad y su enorme impotencia.
Mejoras en Adif, mejoras en Renfe, mejoras en cercanías, pero, ¿por dónde empezamos? Definitivamente la ampliación de los aparcamientos está muy bien, la renovación de la flota es perfecta y la disponibillidad de los trenes seguro que será fantástica, pero ¿cuánto tiempo deben esperar las personas que no ven, las que no oyen, las que no andan bien? En definitiva, no solo las personas con discapacidad sino todas las personas mayores que no ven por la edad o no oyen por la misma razón.
Si bien en el plan de mejoras existe la destinada a la atención al cliente, el plan urgente, el verdaderamnete urgente sería las actuaciones enfocadas a los servicios de información, accesibilidad y atención a las personas con dificultades sensoriales, motoras, intelectuales, que quieren ser autónomas, y no pueden por diversas circunstancias. Según figura en el documento, el ministerio de Fomento priorizará las actuaciones en función de los resultados de la ‘Encuesta de Demanda de Movilidad’, que está desarrollando el Consorcio Regional de Transportes de Madrid y cuyas conclusiones verán la luz en el último trimestre de 2019.
El refuerzo de la frecuencia y la oferta de los trenes también implicará una mejora necesaria y según consta, la mejora de la megafonía, los teleindicadores en las estaciones, y otros servicios estarán dispuestos y orientados para mejorar la experiencia del usuario. El servicio de alertas Twitter que pondrá Renfe en marcha permitirá a los viajeros recibir la información personalizada de las incidencias por líneas y franjas horarias, una opción que es necesaria y seguramente mejora la percepción de la empresa por parte de los usuarios, pero en el interim, ¿quién ayuda a las personas con discapacidad? ¿Deben seguir esperando a que un alma caritativa ponga el audio? ¿Deben esperar a que alguien les suba en brazos al tren y luego plieguen la silla de ruedas? ¿Deben seguir esperando las personas con discapacidad?
Eso, no me ha quedado claro si es en 2018 porque quedan tres meses, o en el 25, porque largo me lo fiáis Sancho. Si hablamos y pregonamos que existe accesibilidad en nuestros trenes que sea real. Todo lo demás, lo sufre, lo padece, y lo vive la persona que no ve, no anda o no oye; hablamos de Cercanías Renfe. De los demás, hablamos otro día.