La rebaja al 5.8 % del PIB en inversión en Sanidad ha levantado ampollas en el colectivo que preve un desastre por la falta de recursos y personal sanitario. Estamos ante un mínimo histórico pero corresponde al plan presupuestario de 2018 que el gobierno ha enviado a Bruselas por el ministro Montoro el pasado lunes 16 de octubre. En el mismo no se aprecian subidas salariales a los funcionarios entre los que se encuentran a los sanitarios.
El ratio de gasto se reduce de 2017 a 2018 hasta alcanzar el 40.6 % del PIB consecuencia de la contención del gasto público debido a la congelación de los salarios públicos. Por otro lado, el crecimiento del gasto en el periodo de proyección queda por debajo del crecimiento del PIB nominal; aspecto en el que está jugando un papel fundamental la aplicación de la regla de gasto en todos los niveles de la administración, asegura el ministro.
En estos presupuesto se confirma que la evolución que se ha dado este años apunta a que el peso de la sanidad en el PIB ha sido del 6 %; una cifra ligeramente superior al 5.95 % que apuntaba en el programa de estabilidad en mayo para las previsiones de 2019.
Esta bajada por pequeña que sea ha pasado la frontera de lo que los sindicatos califican como inaceptable al no garantizar la calidad del sistema sanitario español.
Asimismo se apunta al impacto de la compra centralizada de medicamentos que supone 100 millones de euros tanto para 2017 como para el año siguiente. Estas y otras medidas aplicadas a la farmacia y a los productos sanitarios suponen 110 millones de euros adicionales para 2017 y 400 millones en 2018.