Ya imagino que banqueros y oligarcas no leen a Nietzsche, y menos todavía a Jonathan Swift; si acaso, mal leído desde luego, al Marqués de Sade.
A ellos les basta con leer los números y cifras de los billetes de euros que manejan y saber cuanto han de destinar a acciones bursátiles, mujeres de moda y uso convencional, «donaciones» a políticos, autoridades religiosas y culturales -se incluyen periodistas y sus empresas e incluso escritores y artistas- y que cantidad deberán liberar para enviar a los paraísos fiscales creados para mantenerlos, de por vida, poderosos y seguros de sus ganancias.
Pero, pues a ellos van destinadas sus palabras, parece que no necesitan explicarlas para aplicar muy certeramente en sus dominios enseñanzas extraídas de algunas de estas posibles lecturas de Nietsche que continúan aquella «modesta proposición» del gran satírico J.Swift. Dice el autor de Zaratustra:
Los débiles y los fracasados deben perecer; ésta es la primera proposición de nuestro amor a los hombres. Y hay que ayudarlos a perecer. ¿Qué es lo que es más perjudicial que cualquier vicio? La acción compasiva hacia todos los fracasados y los débiles: el cristianismo… Los enfermizos son el gran peligro del hombre: no los malvados, no los «animales de presa». Los de antemano lisiados, vencidos, destrozados, son ellos, son los más débiles quienes más socavan la vida entre los hombres, quienes más peligrosamente envenenan y ponen en entredicho nuestra confianza en la vida, en el hombre, en nosotros mismos.
Por su parte, el Marqués de Sade escribe:
Lo que verdaderamente está en la naturaleza no son las represalias del débil contra el fuerte: éstas están en la moral, pero no en la física, puesto que para ejecutar estas represalias tiene que usar fuerzas que no ha recibido, tiene que adoptar un carácter que no se le ha concedido, que de alguna manera contraría a la naturaleza. Lo que sí está realmente en las leyes de esta madre sabia es la lesión del fuerte sobre el débil, puesto que para llegar a este comportamiento no hace más que usar dones que ha recibido. No adopta, como el débil, un carácter diferente al suyo: sólo aprovecha dotes que ha recibido de la naturaleza. por consiguiente todo lo que deriva de ahí es natural: su opresión, sus violencias, sus crueldades, sus tiranías, sus injusticias, todas esas manifestaciones son, simples, puras como la mano que las grabó; y cuando usa de todos sus derechos para oprimir al débil, para despojarlo, no hace más que la cosa más natural del mundo.
En la naturaleza de la que habla debemos incluir la herencia recibida (léase Aristóteles), la toma del poder y sus consecuencias, el crimen y la corrupción, las religiones -alienación, sometimientos morales y humanos, el sacrificio que los inoculan y dominan y debilitan, y las leyes -léase a Kafka-.
Claro que a uno le apetecería dar la vuelta imaginativamente a estas proposiciones y pensar: ¿qué sucedería si todos esos débiles, marginados, vencidos, enfermos sin atención, explotados, subescolarizados, alienados y envenenados por patrias, banderas, himnos, guerras, corrupciones, monarquías, iglesias y latrocinios de los poderosos, concibieran un día la idea de rebelarse, cambiar la violencia de que son víctimas por la que ellos pudieran ejercer, y así, los débiles se convirtieran en fuertes destruyendo el poder de quienes lo detentan desde que los catecismos religiosos, las espadas y cañones, las leyes que amparan los Estados y su orden, feudales, imperialistas, capitalistas, por la vía lenta de la explotación y los sacrificios o la rápida de las guerras y exterminios que incluyen torturas y hornos crematorios, o, simplemente por huir del hambre y la tiranía y buscar trabajo quedan a expensas de las aves depredadoras en los desiertos o pasan a la ancha tumba de los mares y océanos?
Tendríamos que escribir otra modesta proposición de signo distinto
Sobre lectura y libros con Schopenhauer
Verano. Libros para la playa o el descanso en cualquier lugar turístico. Los periódicos ofrecen listas de éxitos, o anuncios pagados por las editoriales, que no falten los más vendidos. Y alguien leerá a Schopenhauer, que escribe:
En la vida sucede lo mismo que en la literatura: en todas partes se encuentra a la plebe incorregible, que llena todo por legiones, ensuciándolo todo como las moscas en verano. De aquí el sinnúmero de libros malos, esta mala hierba de la literatura que quita la savia al trigo, ahogándolo. Absorben el tiempo, el dinero y la atención del público… no son solamente inútiles, sino positivamente perniciosos. Nueve décimas partes de toda nuestra literatura contemporánea no tiene otro fin que sacar de los bolsillos del público algunos billetes: para esto se han conjurado autores, editores y críticos… literatos, escritores y polígrafos… engañando al mundo elegante, haciéndole leer al tiempo siempre lo mismo, lo último, para tener un asunto de conversación en sus círculos; este afán de leer lo modernísimo de cabezas vulgares, que sólo escriben por el dinero… Nunca se puede leer a menudo lo bueno: los libros malos son el veneno intelectual, corrompen el espíritu…. Increíble es la necedad del público por las últimas producciones, que debieran ser despreciadas desde el primer día de su publicación, como lo serán dentro de pocos años y para siempre… En lugar de leer lo mejor de todos los tiempos, se lee lo más moderno, y los escritores quedan metidos en el pantano, siempre más denso de su propio estiércol, reducidos en el círculo estrecho de las ideas de moda.
Arthur Mas y Umberto Eco
Arthur Mas ha convocado ya sus elecciones plebiscitarias independentistas. Lleva gobernando cuatro años al servicio del gran capital y de las fuerzas reaccionarias que imponen, no sacrificios, como se dice, sino explotaciones inicuas a la población de Catalunya, encubriendo la corrupción de su partido y de los gobernantes de ayer y de hoy que lo monopolizan. Sólo existe para él y los suyos, un culpable: eso que se llama España y que los demás ni sabemos qué es ni tampoco aceptamos, dado que igualmente nos consideramos víctimas de eso que ni él, ni los otros, denominamos capitalismo explotador, imperialista y al que se debe combatir por todos los medios, se llame español, catalán, alemán, europeo o norteamericano.. No importa: todo es por mantenerse en el poder y conseguir lo que el llama independencia -que no lo es ni por lo más remoto dado que seguiría dependiendo de los monopolios europeos, el imperialismo yanqui y la banca y oligarquías que no dejarían de sangrar a la población de su nuevo feudo-.
Por eso, a personaje tan cínico y malsano, le aplicamos las reflexiones de Umberto Eco:
El victimismo es una delas muchas formas en las que un régimen sostiene la cohesión de un frente interno sobre el chovinismo: para exaltarnos hay que demostrar que son los otros los que nos odian y nos quieren cortar las alas. Toda exaltación nacionalista y populista presupone el cultivo de un estado de continua frustración. No solo eso. La posibilidad de quejarse diariamente del complot permite aparecer todos los días en los medios para denunciar al adversario. Otro elemento de esta estrategia es que para crear provocaciones en cadena, no has de hablar solo tú, sino que debes dejar entera libertad a tus colaboradores más insensatos.
Ah, ese andar erguido, vista fija en el infinito, sonrisa compulsiva entre segura, cínica, desafiante y prepotente… Arthur Mas, otra pesadilla de nuestro tiempo, bien escoltado por el beato robot que le acompaña y que aunque parezca tambaleante por su corpachón enorme y férreo rostro es tan rocoso como la propia iglesia que le sustenta.