Masiva manifestación sindical contra la ley trabajo en París, pero guerra de cifras entre la policía y los sindicatos. Un millón tres cientos mil manifestantes según fuentes sindicales, ciento veinticinco mil según fuentes policiales.
Convocada por los principales sindicatos del país, CGT, FO, SUD y SNES, a excepción de la CFDT, la movilización sindical de este 14 de junio de 2016 ha sido un indudable éxito que ha sido inmediatamente minimizado en la gran misa informativa de los telediarios nacionales.
El abyecto atentado terrorista de un presunto “lobo solitario” de Dáesh que ha asesinado a puñaladas a una pareja de policías en las cercanías de París, ha centrado durante media hora la información de los telediarios, atentado que suena como un eco del no menos abyecto atentado en Orlando en los Estados Unidos.
La importante manifestación nacional de este 14 de junio ha sido pues despachada en cinco minutos por la televisión, de los cuales una parte dedicados a informar de las violencias que se han desarrollado al margen de la manifestación oficial. Una vez más la televisión prefiere la espectacular emoción a la verdadera información.
Un impresionante dispositivo de seguridad ha rodeado la gigantesca manifestación contra la «ley trabajo» este martes en París. Paradójicamente, la policía no impidió la formación de un denso núcleo de jóvenes reventaderos que, aunque rodeados por las fuerzas del orden, lograron colocarse por delante de la manifestación sindical y ciudadana que se desarrollo en cambio en perfecta calma.
Algunos incidentes violentos fuera del desfile oficial enfrentaron en efecto a esos grupos de jóvenes violentos con la policía antidisturbios, que hizo uso de cañones de agua y gases lacrimógenos. Resultado: 60 personas detenidas, treinta heridos y algunos escaparates de tiendas destrozados. Violencia pues al margen de la movilización social, instrumentalizada contra la legitima acción sindical.
No obstante el estado de emergencia aun vigente, el atentado de la víspera contra dos policías, y el desarrollo de la Eurocopa de futbol, esperado por el Gobierno como una esperanza de desmovilización social, la convocatoria de las organizaciones sindicales de trabajadores ha sido muy seguida, y la huelga nacional ha perturbado el tráfico ferroviario, aéreo, portuario y los servicios municipales de basureros, guarderías y enseñanza publica. Numerosos gremios de trabajadores venidos de todo el país han participado en esta movilización nacional, en un denso desfile que ha recorrido las calles de París, de la Plaza de Italia hasta la explanada de los Inválidos.
“Judas traicionó a Jesús, Hollande ha traicionado a su electorado, El Valls de los hipócritas. Socialistas vuestros días están contados.
La ley El Khomri ha sido hecha para los empresarios y los ricos, y para castigo de los pobres. ¿Para cuando las reformas sobre los privilegios de los políticos?…”
Esa pancarta en la manifestación nacional contra la «ley trabajo» de este martes 14 de junio pone en todo caso de manifiesto la bronca general del electorado de izquierdas que llevó al poder a Francois Hollande, y que ha manifestado por novena vez consecutiva su oposición a esta reforma laboral.
Un proyecto de ley neoliberal, que busca desmantelar paulatinamente el derecho laboral en Francia y las conquistas sociales obtenidas en este país desde la liberación en 1945.
El senado con mayoría de derechas ha examinado el proyecto y lo ha devuelto a la cámara de diputados modificado con resoluciones aun más favorables a la organización patronal.
El Gobierno se dispone ahora a aplicar el articulo 49,3 de la Constitución para hacer pasar su versión de la «ley trabajo» sin debate, ni voto de los parlamentarios.
Contrariamente a los comentarios de la televisión nacional, la movilización contra la «ley trabajo» no da signos de cansancio, pese a la proximidad de las vacaciones de verano, aunque es evidente que tanto la CGT, como FO, son sindicatos responsables que no buscan paralizar el país, ni provocar el caos, como señalan algunos comentaristas, sino simplemente presionar al gobierno para que no aplique esa ley absolutamente derechista e impopular.