La Federación Internacional de Periodistas (FIP) informa del «brutal asesinato» del periodista y columnista de Filipinas Larry Que que se produjo el lunes 19 de diciembre de 2016, en un comunicado en el que insta una rápida investigación a cargo del Grupo de trabajo presidencial sobre Violaciones del derecho a la vida, la libertad y la seguridad de los miembros de los medios de comunicación.
El lunes, Larry Que, nuevo editor de Catadunanes News Now, recibió un disparo en la cabeza cuando entraba en sus oficinas, en Virac, Catadunanes, en el centro de Filipinas, y murió a causa de las heridas la madrugada del martes en el hospital.
El asesinato fue consecuencia de una columna en la que criticaba a funcionarios locales por negligencia al permitir el establecimiento en la isla de un laboratorio clandestino allanado recientemente y que las autoridades calificaron como el «mayor» descubierto hasta ahora en el país.
Según la Unión Nacional de Periodistas de Filipinas (NUJP), un segundo periodista, Jinky Tabor, quien fue testigo del asesinato, también ha recibido amenazas de muerte.
El secretario general de la NUJP, Dabet Panelo, insta en un comunicado a la Administración «a predicar con el ejemplo y demostrar su respeto por la libertad de prensa, no sólo resolviendo rápidamente estos ataques descarados a la libertad de prensa, pero, no menos importante, poniendo fin a su costumbre de culpar falsamente medios de malinterpretar deliberadamente sus mensajes, a menudo inconsistentes e incoherentes, en lugar de desarrollar un trabajo transparente en sus comunicaciones».
El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, ha deplorado «el brutal asesinato de Larry Que» porque demuestra «los desafíos cada vez mayores que los periodistas deben enfrentar en las Filipinas», y llama a la Administración Duterte a «garantizar la seguridad de los medios de comunicación de todo el país, y trabajar para fortalecer la libertad de prensa para informar sobre historias de interés público».
Larry Que es el primer periodista asesinado en Filipinas bajo la nueva administración Duterte. Sin embargo, Filipinas sigue siendo uno de los países más mortíferos para los periodistas en todo el mundo, ya que, según los datos de la FIP, desde 1990 más de 145 periodistas han sido asesinados en el país.