En Sólo los amantes sobreviven, película dirigida por Jim Jarmusch (Flores Rotas, Ghost Dog, El Camino del Samurai, Dead Man), destaca el logro en la recreación de unas atmósferas decadentes y llenas de contrastes, la recreación de interiores de conciertos de rock (él es músico) y, sobre todo, las voces de quienes guardan secretos y proveen sustancias transgresoras: voces cavernosas y como salidas de ultratumba.
Otro atractivo son las referencias cultas lanzadas de un modo tan estrafalario como eficaz, como ese Christopher Marlowe entronizado que se reputa verdadero autor de la obra de Shakespeare, siendo éste satanizado como un impostor y clavado con chinchetas en la pared.
Es decir, una luz y un sonido que hacen creíble una historia de vampiros en nuestros días, aunque a la larga, nada tan emocionante como aquellas protagonizadas por Bela Lugosi o Klaus Kinski, vampiros dolientes sedientos de sangre y anhelantes de mortalidad para no ser distintos al resto.
Hoy en día hay sustitutos de la sangre, elixires prohibidos que se consiguen en la clandestinidad, una clandestinidad que todas las esquinas susurran y ofrecen, ya sea en las callejuelas de Tánger, tan estrechas que apenas dejan pasar el aire, ya sea en la desmantelada Detroit con sus coches de lujo lanzándose entre ruinas.
Sólo los amantes sobreviven. Es decir, si son lo bastante respetuosos y astutos como para no chupar sangre, siendo como son vampiros. Porque vampiros lo son, y aunque han domesticado esta tendencia después de siglos de vida y han perdido los colmillos y el hábito de chupar, de vez en cuando alguno se salta las normas y se lanza a transgredir, a recuperar antiguas costumbres y vivencias ancestrales, y ocurre la catástrofe.
Todo se altera cuando llega a Tánger de visita la hermana de ella, Ava, ella es Eve. Porque aquí y ahora, aunque sea en esas ciudades fantasmales donde parece que sólo quedan ya los profanadores de tumbas, los delitos de sangre se pagan y hay que salir pitando, con pasaportes listos (se pueden adquirir en el mercado negro), billetes de avión (ídem) y sus Ipods, que estos vampiros centenarios tienen dominio y habito de manejo con lo nuevo.
Así pues, ambos saben dónde conseguir el elixir y pueden vivir relativamente tranquilos. Viven separados como tantas parejas hoy día, única forma de llevarse bien después de siglos, pero la aparición de la hermana de ella romperá el idilio tangerino.
Interpretada por Tom Hiddleston (Los Vengadores, Thor, Midnight in Paris), Tilda Swinton (Las crónicas de Narnia, El curioso caso de Benjamin Button, ganadora del Oscar por Michael Clayton, Snowpiercer), Mia Wasikowska (Alicia en el País de las Maravillas, Stoker), John Hurt (El Hombre Elefante, Alien, V de Vendetta, Harry Potter, Dr. Who), Sólo los amantes sobreviven es un homenaje al género de terror y concretamente al mundo o submundo de los vampiros que todavía quedan. Frágiles criaturas en un mundo en descomposición hasta para ellos.
Sólo los amantes sobreviven ha sido Gran Premio del Jurado en el Festival de Sitges y se estrena en España el 13 de junio.