¿Qué sería de los primeros momentos de vida de un libro si no existieran las editoriales?
Ellas acompañan a los padres y madres en el proceso de gestación. Le suministran suplementos vitamínicos al librito que se está formando y, si no nace espontáneamente, hasta deben poner término al proceso intrauterino aplicando un parto inducido o una cesárea forzosa como buenas comadronas que son.
El momento más delicado es el corte del cordón umbilical existente entre la obra y quien la escribió. Debe ser un gesto de ternura, no de violencia. Explicarle a la parturienta o parturiento que no se trata de arrebatarle su cría sino que la reproducción es un acto de amor y libertad.
Una vez dado a luz el libro, las editoriales tienen el deber y derecho de ejercer la texto potestad. Deben cubrirlo y asegurarlo, no sólo con el vestidito de la carátula sino también con el impermeable plástico que evite que se lastime y dañe su delicada piel. Deben gestionarle su partida de nacimiento y su Número Internacional Normalizado para Libros que será su documento de identidad. La texto potestad implica también la responsabilidad de bautismo e iniciación social. Acompañarlo en sus primeros eventos hasta que pueda valerse por si solo y se acostumbre a salir de las librerías en brazos de personas desconocidas.
Hay libros que con la suya transforman las vidas de quienes lo leen. Los hay sobrios o coloridos; gorditos o anoréxicos; grandes o de bolsillo. En el mundo textual lamentablemente también hay discriminaciones: unos se promocionan más que otros.
Hay padres y madres que se animan a aumentar periódicamente la familia. Otros libros, en cambio, son hijos únicos. Unos son muy formales, otros exóticos y hay hasta los raros. Hay unos que no salen sin su colección de panas mientras que hay otros anarquistas o rebeldes que no esperan compañía para irse a la calle.
¡Ah, mundo! ¡Qué buen lío si no existieran las editoriales! ¿Te imaginas las horas de seducción necesarias para que un autor o autora te de su obra justo a ti, así sea en colocación familiar o préstamo itinerante?