Así suena el reloj de Pablo, el coletas; ese que se enfrentó a Eduardo Inda, alias Don Pantunflo. Tic, tac, tic, tac, es una advertencia para Mariano no se crean; ¡el tiempo que te queda comienza hoy! dice aquel… ¡Vaya tela marinera!. Patética escena la de La Sexta en una democracia que no acaba de serlo en esa confluencia de iras, palabrotas, insultos, groserías y amargura que lleva a que por un lado, se recriminen tertulianos y políticos y por otro lado, en la misma España exista una convención de los populares como si aquí no hubiera pasado nada en el mismo fin de semana en el que sacan al chorizo por excelencia; el de los cuarenta y ocho millones de euros; Bárcenas para los amigos.
¡Vaya con los papeles! ¡vaya con la caja B! esa que no recuerda Mariano. ¡Vaya con la pasta que se cuece en las ollas de los partidos que salieron de la nada! y en vista de eso, a seguir sacando los trapos sucios que siempre se suelen lavar en casa… pero oiga usted, «no pienso contestar a todo lo que diga Luis Bárcenas cada día»
Y por si alguno no se entera, sacan al más listo de la clase; José María, que llegó vió y venció como si fuera un César, mientras el otro, el que no sabe ni por dónde se lo llevan, hable de recuperación inminente; esa que no vemos los que todavía tenemos cosas que pagar. El caso es que en tertulias pululan los políticos que literalmente se ponen a parir, hablan como si fuera el bar de la esquina y no tienen el mayor respeto el uno por el otro. Imagínense ustedes a don Adolfo Suárez llamándole otro tanto a alguno de los de su quinta. Ahora todo vale; hasta ser presidente del gobierno y faltar al prójimo.
Entretanto suena el reloj también para Andalucía. La región más corrupta de España, la de los ERES y otras ningunerías que nadie sabe y que seguro que se cuecen entre sus habitantes para sobrevivir. Una mujer que tiene un reloj biológico en marcha y que espera gemelos dice, hasta aquí, elecciones en marzo… Hambruna y paro como si fuera al salir de una guerra y nada de esperanza para ese pueblo abandonado al turismo y casi ninguna opción.
Susana Díaz; esa no tiene mote de momento, al parecer quiere asegurarse el embarazo y hace bien. Si es presidenta electa en un año podrá enfrentarse a Pedro, el guaperas, y así quedarse a residir en la Moncloa que allí los churumbeles a pares, corretearán mejor que en Sevilla….Y si no, podemos, Podemos se sentará en la Moncloa y digo yo, que mientras eso llega, entre elecciones autonómicas y municipales a ver si alguno le da unas clasecillas de modales a Pablete; lo básico de andar por casa. Eso que nos decían cuando éramos pequeños; siéntate bien, los codos fuera de la mesa, no cruces las piernas….y entre tanto, a lo mejor, va y aprende. Tania va y viene y en el camino se entretiene. Juega al despiste con su noviazgo y no sabemos si está y se la espera o si ha cortado con el hombre que quiere gobernar, ese que quiere a toda costa residir como los de la casta porque no le veo yo a éste en el piso de la doña en Rivas haciendo la compra en Alcampo. Y si no, volverá a ser Mariano que según dicen las encuestas a pesar de su corrupción es lo mejorcito que tenemos en casa y así verá su pelo tornarse cano, porque que alguien me explique cómo envejece solo de nariz pa abajo.
Y como la vida está revuelta y sigue revolviéndose, asistimos al cambio de chaqueta de los griegos y que viva el populismo como ahora se llama, que nadie quiere comparar con España pero que casualmente, tanto se parece. La lenta recuperación de los de esta nación que es simpática o al menos lo refrenda en Twitter, hace que este año, en breve, existan más licenciados, recién licenciados que se sumen al paro, algunos prejubilados, otros, jubilados, amas de casa, parados de larga duración y lo que parece que no varía ni con el tic tac del reloj es la curva de la infelicidad que es no tener ni para el más mínimo ápice de bienestar.
Syriza gana las elecciones y ni siquiera le despide su predecesor. Ya está recortando gastos superfluos y ministerios por doquier y eso que ni siquiera se ha sentado. Ahora solamente le falta ir a Carrefour con el carro… Promete acabar con la austeridad y Europa le mira de reojo. Otro de la banda del tic, tac. Rozar la mayoría absoluta en país que está en quiebra técnica es lo mismo que pasaría si Pablo Iglesias, al que llaman Coletas se sentara en la Moncloa y callara a los que ahora no dan un duro por él. La gente no sabe y no contesta. No sabe qué intención tiene de voto, no sabe a quién votará y por el contrario, si sabe que no tiene trabajo, que no ve salida, que los años pasan.
Reloj, no marques las horas, porque voy a enloquecer, él se irá para siempre… pues a lo mejor es lo que queremos, que se vaya para siempre, el que dice gobernar y no sabe por dónde empezar, pero eso lo dirán las urnas. Mientras eso sucede, Demis Roussos se va para no ver la debacle de Grecia. Siempre podremos recordar eso de Forever and Ever y pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, y si no, que se lo digan a Aznar que ha de recordarles que no se ha ido; por si alguno lo duda y quiere enterrarlo a destiempo.