Charlie Hebdo amplía la tirada del perdón hasta 7 millones

Violentas manifestaciones en contra de la revista en el mundo musulmán

Ante la demanda que no cesa de los lectores, la tirada final del número 1178 de Charlie Hebdo, el “número de los supervivientes”, una redacción diezmada tras la masacre de París, alcanzará la cifra final de 7 millones de ejemplares; la distribuidora, Messageries lyonnaises de presse (MLP), que lleva tres años haciéndose cargo del semanario, ha pedido que se haga una nueva impresión de dos millones de ejemplares –de los que 600.000 se enviarán a diversos países que lo han solicitado- para distribuirla a lo largo de la semana del 19 al 24 de enero, y que permanecerá en los quioscos durante quince días más. Hasta ahora han salido de la imprenta 5 millones de ejemplares, lo que representa ya un record en la historia de la prensa en Francia. Empresas, instituciones y colectividades han comprado miles de ejemplares.

Mientras tanto, la aparición de este número extraordinario sigue provocando manifestaciones de repulsa, muchas veces violentas, en el fundamentalismo musulmán de todo el mundo. El movimiento de cólera contra la publicación ha tenido las mayores consecuencias en Niger –un país fuertemente presionado por el grupo terrorista Boko Haram- donde el viernes, 16 de enero de 2015, murieron cinco personas en las manifestaciones en Zinder, segunda ciudad del país, y el sábado otras cinco en la capital, Niamey: cuatro cuerpos calcinados aparecieron en las iglesias incendiadas durante la revuelta, y un quinto, de mujer, apareció en un bar, probablemente asfixiado por los gases lacrimógenos lanzados por la policía para disolver a los manifestantes. El grupo inicial, que se reunió junto a la principal mezquita de la ciudad, atacó una comisaría y varios vehículos policiales al saber que las autoridades habían prohibido una marcha organizada por los dignatarios musulmanes locales. Después, según el corresponsal del canal France 24 en Niamey, Moussa Kaka, 23 de las 45 iglesias de la capital quedaron totalmente destruidas y también se quemaron banderas francesas. Están detenidos cuatro predicadores que llamaron a la manifestación.

El sábado también, decenas de manifestantes protestaron por la portada de Charlie Hebdo ante la Embajada de Francia en Sanaa, la capital de Yemen, algunos con pancartas tan explícitas como “El ejército de Mahoma se ha despertado”. En el centro cultural francés de Gaza, actualmente cerrado tras dos explosiones reivindicadas por los islamistas, han aparecido pintadas de «Iréis al infierno, periodistas franceses” y “Todo menos el profeta”. En Pakistán, han sido los abogados integristas quienes se han manifestado en la capital, Karachi, y han quemado un muñeco que, según ellos, simbolizaba al presidente francés François Hollande; también se han manifestado los seguidores de la organización Tanzeem-e-islami.

Igualmente ha habido manifestaciones en Mogadiscio, capital de Somalia; en Jordania, donde han desfilado por el centro de Amman unos 2.500 miembros de los Hermanos Musulmanes y organizaciones juveniles denunciando el “terrorismo mundial”; en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén Este, donde se han concentrado algunos cientos de musulmanes palestinos; en Jartún (Sudán), donde cientos de fieles se manifestaron después de la oración; en Túnez, donde muchos fieles abandonaron la mezquita cuando el imán Noureddine Khadmi, exministro de Asuntos religiosos, inició “una predicación sobre el profeta y los atentados de París”.

En Qatar, la Unión mundial de Ulemas, dirigida por el predicador Youssef al-Qaradaoui, a quien se considera el cerebro de los Hermanos musulmanes, llamó a efectuar “manifestaciones pacíficas” y criticó el vergonzoso silencio de la comunidad internacional sobre “este insulto a las religiones”. En Irán las autoridades prohibieron, sin explicaciones, una manifestación prevista para el sábado 17; los organizadores han anunciado, en compensación, una concentración el lunes 20 ante la Embajada de Francia en Teherán.

En Mauritania, varios miles de personas desfilaron en la capital, Nouakchott, y acabaron quemando una bandera francesa; también se han manifestado miles de personas en Bamako (Mali), Dakar, y Argel, donde se reunieron entre 2000 y 3000 reivindicando el nombre de los hermanos Kouachi, autores del atentado a la revista, según el corresponsal de LCI (La Chaine Info, canal de información continua filial de TF1); el cortejo intentó llegar a la sede de la Asamblea Nacional pero se lo impidió el despliegue policial en torno al edificio, en medio de enfrentamientos y detenciones.

En Magas capital de Inguchia, pequeña república rusa musulmana del Cáucaso norte, se reunieron el sábado cerca de 15.000 personas protestando por “las publicaciones occidentales que representan a Mahoma de manera insultante para el profeta”, enardecidas por las palabras de su presidente, Iounous-Bek Evkourov, quien definido las caricaturas como “extremismo de Estado de los países occidentales”. Por su parte, la Autoridad rusa de vigilancia de los medios de comunicación (en claro, la censura), Roskomnadzor, pidió el viernes a los medios rusos que se abstuvieran de publicar las caricaturas de Charlie Hebdo, argumentando en su comunicado (de obligado cumplimiento) que van “contra las normas éticas y morales establecidas durante los siglos de cohabitación entre diferentes pueblos y confesiones religiosas en el territorio de Rusia”. Para el lunes está prevista una manifestación en la vecina república de Chechenia convocada por su presidente, el tirano liberticida Ramzan Kadyrov, quien ha calificado a los caricaturistas franceses de Charlie Hebdo de “personas sin valores espirituales ni morales”.

También se están celebrando manifestaciones de musulmanes en contra de la publicación en varias localidades francesas, mientras que los profesores de secundaria están particularmente preocupados por las reacciones de algunos de sus alumnos, que se niegan a condenar el atentado contra el semanario.

Al día siguiente de los atentados de París, la redacción de los supervivientes de Charlie Hebdo anunció un número extraordinario, del que se iba a tirar inicialmente un millón de ejemplares, frente a los 60.000 de sus tiradas habituales. Desde el miércoles 15, fecha de salida del ejemplar número 1178 de la publicación, a partir de las 5 de la mañana se forman diariamente largas colas de personas que esperan la apertura de los kioskos franceses, donde se agotan los ejemplares en poco tiempo. Solo en los dos primeros días se vendieron dos millones y medio de revistas. Ante la demanda, que ha superado todas las expectativas, sus responsables han ido aumentado la tirada, primero a 3 millones, luego a 5 y ahora finalmente a 7 millones, que se distribuirán hasta el sábado 24, en entregas de la imprenta de 60.000 diarios.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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