La Oficina Nacional de Emergencia de Chile (ONEMI) ordenó este domingo 16 de marzo la evacuación preventiva de más de 100.000 personas en el borde costero de la región de Arica y Parinacota y Tarapacá, debido a un epicentro a pocos kilómetros de la ciudad de Iquique y una magnitud de 6,7 grados, por el riesgo de un «tsunami menor«.
Alberto Martinez Cuartero
El primer temblor se produjo a las 21:16, hora GMT, a 61 km de Iquique, con 35 km de profundidad, mientras que el segundo se localizó a 68 km de la ciudad puerto con 33 km de profundidad. Ambos han causado algunos desprendimientos, pero no han dejado víctimas.
Despues de las primeras alarmas el gobierno chileno ha levantado hace seis horas el nivel de prevencion por alerta de tsunami, debido a que no se han registrado variaciones del nivel del mar.
Basado en mi simple experiencia de chileno y siendo veterano directo de los terremotos de 1965 y 1971 en Santiago, y conociendo varios otros que los viví lejanos, creo que la evacuación mencionada se hizo con exceso de alarma mediática, pues en esa magnitud jamás he conocido en el país un efecto de tsunami (que yo prefiero denominar a la antigua: maremoto) peligroso; pero como entrenamiento ha sido una bendición.
En cuando a la fotografía de 1960 me entra una gran duda de que sea el maremoto que efectivamente hubo como efecto del terremoto del 22 de mayo de 1960 en Valdivia (9.5. escala Richter, el más grande registrado en la historia de la humanidad), pues tal situación generó pánico, alarma y sorprendió, en la costa con una ola de 8 mts. de altura y a 150 kms. por hora. Y en la toma vemos a la gente como en «turismo tsunami», sin terror, curiosos.
Yo diría que la fotografía debe corresponder a una inundación grande, pero gradual e intencionada, del desagüe del lago Riñihue, origen del gran río de Valdivia, Chile, que en el terremoto de 1960 resultó represado por grandes derrumbes (cerros). El problemafue resuelto en un gran esfuerzo humano y de ingeniería con un tiempo contado, antes que se produjera un gigantesco estallido espontáneo de una enorme masa de agua, evacuación lacustre ocurrida algunas semanas después por los trabajos humanos y paulatina. En esa ocasión la gente salió a mirar el fenómeno en el paso por varias ciudades ribereñas.