“Es el malo quien hace el relato”
Tras el éxito internacional de la novela “La ragazza nella nebbia” (dos millones y medio de ejemplares vendidos, traducción a 24 lenguas), su autor, el escritor y periodista italiano Donato Carrisi, decidió aptarla para el cine –medio en el que ya se había estrenado como guionista- y ha debutado con ella como director de largometrajes, lo que le ha valido recibir el Premio David de Donatello (equivalente a nuestros Goya) al Mejor Realizador Novel 2018, que concede la Academia del cine italiano.

Protagonizan “La chica en la niebla” los italianos Toni Servillo (“La gran belleza«), Alessio Boni (“La mejor juventud”), Lorenzo Richelmy (intérprete de la serie “Marco Polo”) y el francés Jean Reno (“El profesional”).
«No son los héroes quienes determinan el éxito de una obra, el mal es el auténtico motor de cualquier historia” dice el profesor de italiano Loris Martini a una clase de adolescentes que esperan con impaciencia el sonido del timbre que anuncia el final de la hora. Palabras que pueden resumir el interés del Carrisi autor de novelas negras, al que le gusta definirse como un “incurable cobarde”, que sabe sacar provecho de las causas que provocan el miedo. Para él, tanto en la literatura como en el cine, los buenos no ejercen ninguna fascinación mientras que los malos pueden tener mil caras diferentes.
Thriller “a la italiana” –como hay un thriller escandinavo- en torno a la instrumentalización de una tragedia personal, tanto por parte de quien investiga como de los medios que se hacen eco de ella. De eso sabemos largo por estos pagos.
Hay algo de vintage, de “Twen Peaks” y de “Fargo” en esta chica perdida en la niebla que con la noche cae sobre el pueblo. “No aparece una sola arma, no hay violencia, no hay cadáver. ¿Cómo se puede construir un thriller sin esos elementos” se pregunta Carrisi en una entrevista en el diario La Repubblica. Y se responde con lo que a primera vista puede parecer una salida por la tangente: “El sueño más hermoso es la risa de un niño, salvo si lo oyes de noche, estás solo en casa y no tienes hijos”. O sea, el miedo, eso es exactamente el miedo.
El leit motiv de la obra de Carrisi, el cobarde incurable.



