Ha tenido lugar en Yemen y son niños de nuevo, niños inocentes. Un autobús regresaba de una excursión, cuando tras detenerse en el mercado de Dahyan, en la zona de Saada, un avión de la coalición dirigida por Arabia Saudita, ha disparado contra lanzadores de misiles en el área y ha alcanzado el vehículo escolar.
Al menos 48 personas heridas y 29 niños es el resultado del atentado según ha informado la Cruz Roja. La agencia de la ONU ha calificado el ataque de «absolutamente terrible y ha llamado a la comunidad internacional para que se detenga esta crueldad contra los menores ya que nada justifica esta forma de violencia». Por su parte, el CICR, ha informado que tras el ataque y habiendo asistido a todas las víctimas se teme que existan más porque muchas han quedo con graves heridas.
Por otro lado, UNICEF a través de su director regional para la infancia en Oriente Próximo, Geert Cappelaere, ha condenado el ataque y ha subrayado que ya no valen excusas, basta de crueldad contra los niños, ha reclamado en un comunicado.
¿De verdad el mundo necesita que se destruyan vidas de más niños inocentes para acabar con esta guerra cruel en Yemen? ha apostillado.
Ha sido la cadena de televisión Al-Masirah de los rebeldes hutíes, la que ha informado acerca de los muertos y heridos de la zona, y han mostrado los cuerpos tendidos de los pequeños que yacían muertos con su uniforme escolar puesto. Este atentado se suma al que tuvo lugar la semana pasada en la zona portuaria de Huagydah, controlada por los rebeldes en donde al menos 55 civiles perdieron la vida y otros 179 personas quedaron heridas.
Yemen sigue siendo un lugar devastado por un conflicto que ya dura tres años cuando los hutíes tomaron el control y obligaron al presidente Abdrabbuh Mansour Hadi a huir al extranjero.
Una crisis humanitaria sin precedente en la historia moderna del país.
El conflicto entre las fuerzas del gobierno apoyadas por una coalición dirigida por Arabia Saudita, el movimiento rebelde de los hutíes ha provocado un colapso tanto del sistema de salud como del abastecimiento del agua. Desde entonces, casi diez mil personas han muerto y otras 55.000 han resultado heridas según cifra las Naciones Unidas y también la lucha de la coalición ha dejado 22 millones de personas necesitadas de ayudas humanitarias, creando así la mayor emergencia de seguridad alimentaria del mundo.
La hambruna, el cólera y las muertes indiscriminadas a niños nos llevan a escenas absolutamente desgarradoras.
En los últimos dos años de guerra, hogares, hospitales y colegios han sido destruidos por los bombardeos aéreos sauditas. Vivir entre escombros, no tener hogar y conocer la muerte de cerca es la única opción que barajan los niños. Niños que como hoy, han perdido la vida cruelmente.