El rechazo de la ocupación.
Ahed Tamimi es la adolescente que desde pequeña se ha resistido a llevar una vida de ocupación en Palestina. Si a los seres humanos se nos priva de libertad, y se nos trata de imponer por la fuerza unas condiciones de vida contrarias al desarrollo de la misma, lo normal es resistirse.
Por lo mismo, cuando las personas son deshumanizadas y/o tratadas como propiedades, objetos, cosas, mercancías… «dominándolas» para servir y obedecer a diversos poderes desde la más tierna infancia, lo normal es no conformarse.
Si cada mujer y cada hombre han nacido para desarrollar sus aptitudes y cualidades con inteligencia e independencia, para vivir y convivir en paz desde una afectividad sana, algo que se logra a años luz del sometimiento y unos roles asignados ¿por qué las distintas culturas se empeñan en emplear tanto tiempo en enseñar-imponer obediencia, si el poder no deja crecer nada bajo su sombra?
¿Quizá sea por eso…?
“Al poder le ocurre como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra…” Antonio Gala.
“Sobre todo, no temas momentos difíciles. Lo mejor viene de ellos” Rita Levi Montalcini.
Mucus, esputa: ¡Basta de imagen y apariencias! ¿Para cuándo una estética sociocultural que realce la inteligencia afectiva, la libertad y la consciencia?
Ahed Tamimi. Ningún medio denuncia la utilización de la que es objeto. Esta adolescente palestina lleva años siendo puro ejemplo de la incitación al odio al que son sometidos miles de menores palestinos.
Estos menores se convierten en estrellas mediáticas sin que los medios de comunicación ofrezcan una veraz y completa información sobre ello, sin que se pregunten por ejemplo por qué hay tantos menores implicados en estas performances contra el ejército israelí. Y es que nunca los palestinos son responsables de nada. Nunca son agentes morales. Tampoco parece que lo sean con sus niños, adolescentes, jóvenes; adultos.
¿Sabe usted algo sobre la enseñanza que se imparte en las escuelas que gestiona la ANP?