A muchos comunicadores sociales no les gusta hablar del gerundio, y como no les gusta, no lo manejan con facilidad. Por eso incurren frecuentemente en impropiedades. El gerundio es quizás uno de los errores más comunes en el lenguaje oral y escrito. Lo más cuestionable aun, es que muchos de los que incurren en fallas, son educadores, periodistas y profesionales que emplean el lenguaje como herramienta básica de trabajo.
He perdido la cuenta de las veces que he escrito del uso y del abuso del verbo en gerundio; pero nunca está demás volver sobre el tema, sobre todo cuando se leen informaciones en las que se anuncia que “habrá vacunación masiva de la población, erradicándose el paludismo y la poliomielitis” o que “el delincuente huyo siendo capturado al día siguiente”. Este último ejemplo es frecuente en la redacción de sucesos en la mayoría de los países de habla hispana, aunque se insista en la corrección, pareciera que el mal uso va en aumento. Aunque sea nada contra la corriente, hoy volveré a hablarles del gerundio.
Las reglas para el uso del gerundio destacan que este debe expresar siempre una acción simultánea, anterior o posterior casi inmediata al verbo principal. Por ejemplo, en la frase “Escuchando el concierto de Menudo, recordé mis días de estudiante de bachillerato”. Aquí el gerundio “escuchando” está bien utilizado, pues la acción de escuchar es anterior a la de recordar. Del mismo modo, si se dice que “muchas personas trabajan escuchando buena música”, las acciones de trabajar y escuchar ocurren simultáneamente”. Y si alguien “salió dando un portazo”, la acción de dar el portazo es posterior casi inmediata a salir.
Estas son las tres formas del uso adecuado del gerundio, que por definición es la forma invariable no personal del verbo, cuya terminación regular en español es “ando” en los verbos de la primera conjugación; “iendo” o “yendo” en los de la segunda y tercera: amando, temiendo, partiendo. Suele denotar acción o estado durativos: “Estoy leyendo”; “Seguiré trabajando”. Tiene más generalmente carácter adverbial, y puede expresar modo, condición, tiempo, motivo, concesión y otras circunstancias: “Vino corriendo”; “Hablando se entiende la gente”. Se emplea a veces en construcciones absolutas: “Consultando el diccionario, descubrí esa palabra”.
El mal uso del gerundio consiste en emplearlo como complemento indirecto o circunstancial: “Abordé al presidente entrando en el Congreso”; “Terminaron todo, marchándose a sus casas”. Ambas frases pudieron haber sido redactadas de otra forma: “Abordé al presidente cuando entraba en el Congreso” y “Terminaron todo y se marcharon a sus casas”. Son correctas, sin embargo, las oraciones en las que el gerundio está acompañado por un complemento directo, siempre y cuando el verbo principal sea un verbo de percepción: “Vi a Pepe y a Alí andando por la calle” o “Un transeúnte vio a los ladrones intentando abrir el vehículo”.
Antes la Real Academia Española condenaba el uso del gerundio como acción posterior a la del verbo principal; pero luego admitió la posteridad, siempre que sea casi inmediata. Si ese no es el caso, deben evitarse oraciones como: “Se cayó una casa, muriendo tres personas” o “Se sometió a votación la enmienda aprobándose por unanimidad”. En su lugar debe escribirse: “Mueren tres personas tras el derrumbamiento de una casa” y “Se sometió a votación la enmienda, que se aprobó por unanimidad”.
Se incurre en otro uso inadecuado del gerundio cuando se lo emplea como adjetivo especificativo, y es en el que incurre la mayoría de los redactores de sucesos, incluidos algunos muy instruidos, de medios de gran prestigio. Es común y corriente leer la típica frase, señalada en la introducción de este texto, según la cual “el delincuente huyó siendo detenido al día siguiente”. Lo correcto y decente es: “El delincuente huyo, y fue detenido al día siguiente”, pues entre la acción de huir y de ser capturado hay una posteridad que no es inmediata.
De la misma clase son: “Se busca docente teniendo tres años de experiencia”; “Ayer la policía retuvo un vehículo siendo solicitado por robo” Lo correcto hubiera sido: “Se busca docente que tenga tres años de experiencia” y “Ayer la policía retuvo un vehículo que era (o estaba) solicitado por robo”.