En los tiempos que corren, y más en toda Europa, en especial Italia, no puede ser más acertada la decisión de editar recientemente el libro del conocido escritor y filósofo Umberto Eco (1932-2016) bajo el contundente y aclarador título de ‘Contra el fascismo’ y bajo el epígrafe de dar catorce claves para reconocer su presencia.
Los editores explican que se trata de un manifiesto urgente, y yo añadiría que necesario, en la actualidad que vivimos. No puede ser más cierto, desgraciadamente el fascismo, mejor dicho, el neofascismo, -en su escrito, Eco lo denomina ur-fascismo o fascismo eterno- ha venido para quedarse y es necesario combatirlo. En toda Europa ha aparecido.
Este pequeño libro de apenas 62 páginas está basado en una conferencia titulada ‘El fascismo eterno’ –título original en italiano- que pronunció el escritor italiano dirigida a estudiantes estadounidenses de la Universidad de Columbia en 1995. Aunque han pasado más de dos décadas, el texto no puede estar más vigente y más en su país, con la presencia del fascista Salvini en su Gobierno. Y es que el fascismo no tiene fecha de caducidad.
El texto está compuesto por dos mitades, por un lado, unas vivencias personales que enlaza con lo que supuso el fascismo italiano y su propagación y posteriormente, un total de catorce características o claves típicas por los que se identifica al ur-fascismo y aclara que basta “con que una de ellas esté presente para hacer coagular una nebulosa fascista”.
Y es que, como bien señala el intelectual italiano el nuevo fascismo “puede volver todavía con las apariencias más inocentes”. Qué gran verdad, cuántos fascistas se disfrazan y por eso, como bien apunta, “nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice a cada una de sus formas nuevas, todos los días, en todos los rincones del mundo”.
Esperemos no se olvide, porque quien olvida paga y el fascismo en España está ahí, acechando y disfrazándose o mezclándose con según qué partidos. Y es que en el texto hay referencias a España, tanto directas como indirectas. Así, menciona la obra basada en nuestra guerra civil, ‘Por quién doblan las campanas’ de Ernest Hemingway (1899-1961) identificando como fascistas a los falangistas españoles. Por cierto, recordemos que la película con el mismo título estuvo cuatro décadas prohibida en España.
Páginas más adelante Eco incide en que se puede “jugar al fascismo de muchas maneras y el nombre del juego no cambia” Así identifica a Franco o al portugués Salazar.
Entre las catorce claves o características –no desvelaré todas- sí hay referencias indirectas a España y aunque no se cita expresamente, si aparecen las frases del conocido acto que protagonizaron Miguel de Unamuno (1864-1936) y Millan Astray (1879-1954) ocurrido en la Universidad de Salamanca que este año cumple su octavo Centenario.
En la característica tercera del ur-fascismo se encuentra el rechazo a toda reflexión y a la cultura, recordando la famosa frase atribuida al jerarca nazi Joseph Goebbels (1897-1945), “cuando oigo la palabra cultura echo la mano a la pistola” y otras entre las que recupera la famosa “Muera la inteligencia”.
Pero vuelve a Salamanca en la característica once recordando el grito falangista “¡Viva la muerte!” y es que este nuevo neofascismo busca héroes que necesitan la muerte, el heroísmo es la norma. En su impaciencia por morir el fascista “consigue más a menudo que mueran los demás”.
También mencionar, por su actualidad, la relación fascismo y nacionalismo, en la clave 7, cuando algunos consideran que su único privilegio “es el más vulgar de todos”, haber nacido en el mismo país. Ahí está el fascismo, cada cual que juzgue y vea lo que pasa a su alrededor.
Yo añadiría que no todo nacionalista es un fascista pero todo fascista es un nacionalista, sin duda alguna, y da igual qué nacionalismo o bandera defienda. Y evidentemente, como bien señala el texto hay que fabricar un “enemigo” y un “complot” aunque sean interiores, recordemos el papel de los judíos en la Alemania nazi.
Citar la clave 13 y su frase de que cuando un político “arroja dudas sobre la legitimidad del Parlamento” podemos percibir “olor de ur-fascismo”.
El texto acaba, de qué mejor manera, que con una poesía, dura pero necesaria del italiano Franco Fortini (1917-1994) y con un lema ‘No olvidemos’. Ciertamente al fascismo hay que combatirlo como se deduce de la lectura de la obra de Eco.
Por último, mencionar que el texto me ha rememorado una obra literaria, ‘Mañana parda’, una fábula antifascista publicada por el novelista y poeta francés Franck Pavloff, publicado en España por El Aleph editores en 2003 y ya advertía de lo que estaba pasando en Europa, en concreto, en Francia. La obra se estudiaba en los centros de enseñanza del país vecino.
‘Contra el fascismo’ Umberto Eco
Editorial Lumen. Septiembre 2018
Traducción de Elena Lozano.
62 páginas. 7,90 euros