Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), 2,4 millones de personas morirán en las tres próximas décadas como consecuencia de las infecciones que padezcan, dado que no podrán curarse con los antibióticos porque serán resistentes a ellos.
Tres de cada cuatro muertes podrían evitarse si se emplean dos euros por persona al año solamente con medidas de higiene como lavarse las manos y no automedicarse con antibióticos. La resistencia a estos ha creado las llamadas superbacterias, que no solo no se mueren sino que matan al paciente.
Al menos 4 muertes al año por cada 100 000 personas se producen por estas causas y, en España, se relaciona el fallecimiento de 1830 debido a la infección causada por bacterias resistentes que no pueden ser eliminadas y hacen que el individuo muera. Por esta causa, un total de 77 000 españoles morirán por la resistencia antimicrobiana (RAM) y el coste en salud alcanzaría los 2400 millones de euros.
Los países más afectados serían Italia, Grecia, Portugal y España, con tasas de mortalidad más altas, mientras que Estados Unidos alcanzaría los 30 000 fallecimientos por esta misma causa. Existen países en donde, en la actualidad, muchas personas no han conseguido superar las infecciones resistentes y han fallecido por esa causa, como son Brasil, Indonesia y Rusia. La automedicación, la falta de higiene, la medicación con antibióticos en la infancia y la falta de prevención, ha ocasionado que enfermedades que actualmente son curables en algunos países, hagan morir al pacientes porque ningún antibiótico es capaz de combatir su enfermedad; algo verdaderamente importante en términos de salud.
Cuando una bacteria es atacada por un antibiótico, esta deja de vivir, si bien, muchas personas se han automedicado en casos de gripe, que es un virus o con un simple dolor de garganta. El uso de estos comenzó en la Segunda Guerra Mundial y el uso generalizado se produjo a partir de los años 50 en Europa y 70 en España que actualmente es el segundo país que más antibióticos consume dentro de la UE. Muchas enfermedades han sido curadas dentro del campo de las respiratorias, como son la tuberculosis o la neumonía, e incluso en la septicemia, si bien su uso se ha expandido a otras enfermedades, o como consecuencia de haber practicado una cirugía para evitar el riesgo de infección futura.
La resistencia a los antibióticos se produce cuando existe una mutación que permite que algún mecanismo bacteriano cambie lo suficiente como para que el antibiótico deje de funcionar. La llamada multirresistenca hace que una bacteria que lo sea, nos provoque otras enfermedades que no son la inicial, como puede ser la neumonía, y el paciente muere como consecuencia de no poder atajar la misma porque estas se convierten en superbacterias.