Unas memorias auténticas de un ministro de Franco que se precie, siendo además uno de los últimos sobrevivientes de los gobiernos del viejo régimen, no podían titularse de otro modo: Sin cambiar de bandera.
Así se llaman las de José Utrera Molina, cuyo subtítulo reza: El testimonio, desde la fildelidad a su ideario falangista, de quien vivió los entresijos que posibilitarn la transición. El autor, a sus 87, años mantiene muy vivas sus convicciones, de las que debe de dar cuenta en calidad de suegro al actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
Es muy probable que a Utrera, sin embargo, las reuniones de familia no le hayan bastado para reprocharle al exalcalde de Madrid que no derogue la Ley de Memoria Histórica. Por eso y porque al ministro franquista no le faltan medios de información para hacer notar su ideario, ha elegido entre los posibles al diario ABC para ventilar sus fantasmas, aquellos que probablemente le duelan en la conciencia.
Cree Utrera, en el artículo que firmó en dicho rotativo hace unos días, que los españoles no podrán vivir en plena reconciliación mientras la aludida ley esté en vigor, ya que “criminaliza a los que un día fueron vencedores y menosprecia a los vencidos con el hedor sectario y manipulador que impregna todo su texto”. “Desde la atalaya que ofrece mi avanzada edad y aún consciente de mi insignificancia -escribe-, pido al Gobierno que derogue de una vez y para siempre la Ley de la Memoria Histórica; una norma legal que resucita y alienta los viejos odios olvidados y nos pone otra vez al borde de las trincheras, cuando la memoria de unos languidece y la de otros se alimenta de fantasías inaceptables llenas de rencor y de odio”.
Se atreve a decir en su artículo quien formó parte de los gobiernos de la dictadura por partida doble, con Carrero Blanco y Arias Navarro como presidentes, que se “debe dejar a los muertos que reposen en paz y que se deje de mancillar los esqueletos”, siendo quien lo aconseja miembro ejecutivo del régimen levantado sobre las tumbas sin nombre ni identidad de miles de conciudadanos asesinados durante y después de la Guerra de España, todos ellos enterrados como alimañas en cientos de fosas y cunetas.
No hay mayor mancilla para la memoria de un país que haber mantenido durante la dictadura -casi cuatro decenios- y después a lo largo de la democracia -camino de otras cuatro décadas también-, a tantísimas víctimas de la masacre franquista sin un enterramiento digno. Pero el señor Utrera Molina va más allá en su artículo: aboga porque las viejas estatuas ecuestres del extinto caudillo y demás prohombres del viejo régimen retornen a sus sitiales públicos, aunque su erección en las calles y plazas de España se haya verificado con el advenimiento de la paz, mientras no dejaban de firmarse miles de sentencias de muerte llenas de rencor y odio, con miles de españoles sufriendo cárcel, destierro interior o exilio.
¿Es así como el ministro franquista concibe la reconciliación? ¿Es posible imaginar una reconciliación entre españoles, basada en que el verdugo siga cabalgando sobre los pedestales de sus viejas estatuas imperiales mientras bajo tierra permanecen enterradas miles de sus víctimas, sin la dignidad que merecen como seres humanos tanto ellas como sus descendientes, muchos de ellos ya fallecidos sin haber logrado la consecución del derecho civil y cristiano que les asiste?
No creo que de ese modo, con la bandera que despliega en su escrito, el ministro franquista pueda reconciliarse tampoco con su conciencia. Ni con la civil, ni con la cristiana.
Hice difusión de tu nota en Público.es, blog Bocacalle. Saludos cordiales,
Mil gracias!
Hola, puse una nota invitando a firmar una petición solicitando remover a Franco del puesto n°1 en el DNI y he tenido la sorpresa de ver que los pocos apoyos que tenía, 9, están creciendo como espuma y pasan de los 500!, en 2 días!
No he hecho prácticamente ninguna promoción aparte del comentario en esta nota y un par, hace varios días en el periódico el País. Estoy convencido que esta nota es la que impulso la reacción en cadena.
Se que la situación política de España tiene otros asuntos muchísimo más importantes y trascendentales por resolver, pero está petición es más de orden ética que política y la ética es la base de cualquier sociedad.
Muchas gracias a todos que apoyan esta petición!
El gran problema de España, el de fondo y que le impide entrar de pleno pie en Europa, al 100%, y que seguirá siendo un impedimento a los ojos de millones de personas es que España no ha asumido a Franco como lo que es, era y fue: un dictador fascista, criminal de guerra, aliado de Hitler, Mussolini y Salazar. El hecho de que Franco haya sobrevivido por intereses geopolíticos no lo limpia de su régimen asesino.
Gallardón es ministro, ¿alguien se imagina a un hijo o nieto de Eichman o Goebels con una cartera ministerial en Alemania en un gobierno como el de Ángela Merkel, aunque este sea de derecha?, es imposible.
Hace años que cambiaron de apellidos por la vergüenza de llevarlos y viven a años luces de la política.
Tantos años después de su desaparición el «Caudillo» sigue registrado con el DNI número 1, su fantasma aún amenaza y sigue flotando sobre nuestras cabezas como si fuera el fundador de España, como si fuera el más grande entre los más grandes, encarnación de un ser superior, intocable, inmaculado…
!Es tiempo de removerlo y devolverlo a su lugar natural: el último!
http://www.change.org/petitions/
En fin, es su momento, gobiernan los suyos por mayoría absoluta. ¿O alguien sabe decirme una mínima diferencia entre suegro y yerno, Utrera Molina y Ruiz Gallardón, en cuanto a su insultante capacidad de facherío?