La profesora titular de la Universidad de Málaga Susana Guerrero ha impartido un taller sobre lenguaje inclusivo en la Asociación de la Prensa de Málaga dirigido a profesionales de la Comunicación en el que ha reflexionado sobre la necesidad de aplicar el sentido común para utilizar un lenguaje más igualitario en la información que no discrimine a las mujeres.
El taller ‘Periodistas y lenguaje inclusivo’ se enmarca dentro del programa de actividades formativas de la Asamblea de Mujeres Periodistas de la Asociación de la Prensa de Málaga, con el objetivo de luchar por la igualdad laboral en el sector y ofrecer formación especializada para evitar los estereotipos sexistas en los medios de comunicación, donde en ocasiones se encuentran textos y discursos que abusan del masculino genérico poniendo de relieve el proceso de ocultación discursiva de las mujeres.
A través de ejemplos prácticos, la lingüista ha subrayado la importancia del lenguaje inclusivo, alejando los “prejuicios y la polémica” que suscita y abogando por utilizar términos y expresiones no despectivas que visibilicen a las mujeres “dentro de las múltiples opciones que ofrece la riqueza del español” sin caer necesariamente en el desdoblamiento.
“El desdoblamiento de los términos ya existía en los primeros escritos, no es un invento de las feministas pero hay que huir del ‘todos y todas’ si es posible”.
Susana Guerrero Salazar (Málaga, 29 de noviembre de 1969) es doctora en Filología Hispánica y profesora de lengua española en la Facultad de Filosofía y Letras y en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga.
Autora del libro ‘La prensa deportiva española: sexismo lingüístico y discursivo”, galardonado con el XX Premio Nacional de Ensayo de la Cátedra Leonor de Guzmán.
Es miembro de la Asociación de Estudios Históricos de la Mujer de la que ha sido presidenta, vicepresidenta y, en la actualidad, vocal.
Es miembro de la comisión permanente de igualdad en la UMA y posee una amplia trayectoria investigadora en análisis del discurso, sobre todo del lenguaje periodístico, político y publicitario.
¿Pero que pasa con los neutros femeninos? ¿Ahí no hay discriminación sexista?
Ejemplos: periodista, señoría, policía, maquinista y, un largo etcétera que está contemplado en el Diccionario de la RAE.
Dejemos el neutro en Paz, que es muy rico y genérico en nuestro idioma, el español.
A mi juicio se trata de visibilizar a la mujer en profesiones en las que no han podido trabajar durante decenios, y ayudar así a que las nuevas generaciones se formen correctamente en la igualdad de género.