Un estudio publicado en PNAS ha indicado que el consumo de antibióticos en España se ha disparado desde el año 2000 al 2015 y ha pasado de 500 millones a 700 millones de dosis diarias definidas, cifra bastante superior si se compara con la media mundial en donde el uso de antibióticos ha aumentado un 39 % en el mismo periodo.
De esta investigación se deduce que cerca de 33.000 personas han fallecido cada año en Europa como consecuencia directa de una infección que no ha podido ser vencida porque los antibióticos no han resultado efectivos. Las bacterias pueden llegar a matar a una persona según cifra el Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades en el artículo publicado en The Lancet; infecciones que son comorbilidades de la gripe, la tuberculosis, el VIH, entre otras enfermedades.
Uno de cada siete pacientes recibe prescripción de antibióticos innecesaria, bien porque se automedica o bien porque ante cualquier infección se le ha pautado innecesariamente. Antibióticos que son prescritos para un resfriado común, una bronquitis, tos o cualquier otra afección que mejora con otros medicamentos o con solamente con reposo. De los 3.6 millones de medicamentos que han sido recetados como antibióticos no apropiados, el 71 % provenía de atención primaria y un 10 % de urgencias hospitalarias.
El abuso de antibióticos está contribuyendo al desarrollo de bacterias que son resistentes a ellos lo que supone que algunas enfermedades que antes se trataban y se curaban hoy se hayan vuelto peligrosas para pacientes con otras enfermedades más graves. Esta resistencia a los antibióticos no es baladí y supone la mayor amenaza para la salud mundial de la que son responsables no solo los médicos sino los farmacéuticos que venden sin receta algunos antibióticos porque son amigos de los pacientes, de los cuales, el más vendido sin duda es la amoxicilina.
Los virus son microorganismos que están compuestos por ácidos nucleicos y proteínas que sobreviven y se reproducen cuando se alimentan de un ser vivo. Los ejemplos más conocidos son el VIH o el ébola que han causado muertes extraordinarias cuando no se han abordado correctamente bien por las condiciones del país o por la salud del paciente que no ha logrado vencer la infección.
Por otro lado, las bacterias, son microorganismos igualmente pero unicelulares que tienen la propiedad de crecer y reproducirse por sí mismos. Existen bacterias que nos permiten tener el equilibrio adecuado como sucede con la flora intestinal o vaginal, pero si existiera exceso de estas bacterias puede ser nocivo para la salud. Todas las enfermedades causadas por bacterias que son infecciosas se tratan con antibióticos mientras que los virus se tratan con antivirales y no tiene sentido tomar antibióticos para vencer infecciones. En cualquier caso, el autoconsumo y la autoprescripción debe evitarse porque se puede causar un daño irreparable a ciertos pacientes que no pueden vencer una enfermedad en un momento dado y debe siempre comentarse al médico el abuso, si hubiera sucedido de determinados antibióticos.