México ha sido elegido para presidir protempore el primer periodo del Marco Integral Regional de Protección y Soluciones (MIRPS) para personas desplazadas en busca de refugio, en el que participan también Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, y Panamá.
La Presidencia Pro-Tempore tendrá como objetivo principal dar continuidad en la implementación de las políticas acordadas en el MIRPS, potenciando en la práctica la intención de los países de trabajar conjuntamente en fortalecer la protección de las personas refugiadas, solicitantes de asilo desplazadas y retornadas en la región.
“El Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones para refugiados, constituye la respuesta de nuestra región al Pacto global para refugiados. El firme compromiso del gobierno mexicano actual con los derechos humanos de los migrantes y refugiados y su determinación por atacar las raíces que dan lugar al desplazamiento forzado de las personas, le exige jugar un papel protagónico en el desarrollo de esta importante empresa”, ha señalado Andrés Ramírez, titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
México forma parte de MIRPS desde sus inicios y, como todos los países, trabajó en el cumplimiento de sus compromisos nacionales durante 2018, el primer año de implementación. Durante ese periodo, la Secretaría de Gobernación convocó mesas de trabajo interinstitucionales que, entre otras cosas, hicieron posible la creación de la Clave Única de Registro de Población provisional para solicitantes de asilo. Esto, sin duda, ayudará a que el número creciente de solicitantes (29 600 en 2018), accedan a trabajo y a servicios y programas públicos. Todavía falta mucho camino para contar con un sistema de asilo robusto y una verdadera política pública de integración, algo que México podrá impulsar ahora desde la primera Presidencia pro tempore de MIRPS.
“A través del mecanismo regional, América Central y México continúan demostrando la importancia de trabajar juntos para responder a las necesidades de protección y crear soluciones duraderas para aquellas personas que se ven forzadas a huir de sus hogares”, ha asegurado Giovanni Bassu, representante regional de ACNUR para América Central y Cuba.
El continente americano se ha enfrentado a nuevas dinámicas de movilidad humana que requieren respuestas integrales y de responsabilidad compartida. El número de personas que se han visto obligadas a salir de los países del norte de Centroamérica por situaciones de violencia y persecución creció a más de 311 000 a mediados del 2018. Además, solo en 2018, 40 000 solicitantes de asilo de Venezuela y Nicaragua han buscado protección en países de Centroamérica.
En 2017, Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Panamá acordaron el MIRPS como un compromiso para adoptar e implementar capítulos nacionales y la intención de desarrollar mecanismos regionales de cooperación e intercambio de responsabilidades con la participación de todas las partes interesadas relevantes.