Luis de Luis[1]
A y B se encuentran se encuentran en mitad de algo lado mientras el reloj destila los tic tacs que faltan hasta el final, hasta el fin de todo. Esta es su historia: la que cuenta “Oscuridad” el brillante texto de Jan Vilanova que reflexiona (sin aleccionar, sin moralizar, solo exponiendo) sobre el valor de las palabras, sobre la entidad de su significado ( si es que tienen alguno), cuando ya nada importa.
Dafnis Balduz es A, es cualquiera, es nosotros, quien se aferra – entre la asfixia y la y el aturdimientos – a códigos ajenos que le garanticen salvarse de la nada, de lo inconcebible mientras B – un espléndidamente sobrio y conmovedor Karlos Aurrekoetxea – le replica y le desmorona con impecables lógicas de la desolación.
Como si fuera un proceso que tiene lugar en un castillo, como quien se cae por el hueco de un árbol, como quien se hacina en un camarote los espectadores pierden pie, fascinados y embobados, por esta narración gélida e intensa, sofocante y cercana.
Gorka Lasaosa y Abel Vernet cuidan con extremado mimo el excelente material y los extraordinarios actores que les toca manejar: evitan aspavientos y grandilocuencias, manotazos y solemnidades sobresaltos y rugosidades para que la narración fluya serena y agresiva, tranquila y desoladora, convincente y grácil, como un minué para dos que se baila al borde del precipicio sin llegar a dar un falso ni perder pie.
Y es que en “Oscuridad” todo funciona como las coreografías de los engranajes de un cronómetro que exprimiese cada milésima de segundo que faltase en la cuenta atrás hasta llegar …. ¿adonde?
- Luis de Luis es crítico teatral
Ficha artística
Reparto
A
Dafnis Balduz
B1 y B2
Karlos Aurrekoetxea
Texto
Jan Vilanova
Dirección
Gorka Lasaosa y Abel Vernet
Escenografía e iluminación
Intemperie Producciones