La Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) ha incluido la obra del líder revolucionario Ernesto “Che” Guevara en la lista de la “Memoria del Mundo”, que forma parte del patrimonio mundial protegido.
Se trata de documentos presentados por los gobiernos de Cuba y Bolivia, que incluyen desde manuscritos originales de su adolescencia y juventud hasta el diario que Guevara llevaba en las montañas de Bolivia, antes de que los soldados bolivianos acabaran con su vida en 1967, así como escritos sobre la guerrilla en Cuba y sus aventuras africanas; textos todos que tienen un gran valor para entender ese período de la historia en varios países latinoamericanos. En total son 1007 documentos: 431 manuscritos y 567 textos sobre su vida y trabajo, así como imágenes, películas, mapas y otros objetos con valor histórico.
Cuando ya se han cumplido 45 años de su muerte, Ernesto Che Guevara sigue siendo un símbolo del internacionalismo, un revolucionario sin fronteras, capaz de llevar a la práctica muchas de las ideas que defendía.
Junto al legado de Che Guevara, han entrado a formar parte de la memoria del mundo, entre otros 54 tesoros documentales, los testimonios de las víctimas del Holocausto conservados en el Mémorial Yad Vashem de Jerusale y las piedras grabadas de la pagoda de Maha Lawkamarazein de Myanmanrou, así como los archivos del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer (fallecido hace unos meses) o las colecciones de la Biblioteca Polaca de París.
El registro de la Memoria del Mundo comprende hoy 299 documentos y colecciones procedentes de los cinco continentes. Creado en 1992, el Registro de la Memoria del Mundo del programa de la Unesco tiene el objetivo de preservar el patrimonio documental de la humanidad y en su inventario cuenta con variados soportes que van desde la piedra y el pergamino, al celuloide, el papel y las grabaciones audiovisuales. Entre otras joyas de la memoria colectiva, en el registro se encuentran el llamamiento de De Gaulle a los franceses del 18 de junio de 1940, los fondos de los archivos del Mar de Aral, manuscritos bizantinos o el Diario de Ana Franck.
El Programa Memoria del Mundo parte del principio de que el patrimonio documental mundial pertenece a todos, debe ser plenamente preservado y protegido con el debido respeto por los hábitos y prácticas culturales y debe resultar accesible para todos, de manera permanente y sin obstáculos. Para cumplir esta última parte, la Unesco tiene a disposición del público documentos que pueden consultarse en Internet (copias digitales y catálogos), así como libros, CD’s y DVD’s que pueden solicitarse a la organización internacional. En todos los casos se respeta el derecho propiedad privada.
Gracias por esta crónica que me da a conocer que existe un registro de Memoria del Mundo, con archivos que es posible consultar. Para quienes gustamos de la investigación histórica, es algo de gran importancia, con el añadido de que se están preservando materiales relevantes hacia el futuro.