«Un documento imprescindible para los fans de Bergman. Imágenes de archivo, recuerdos emocionantes, reportajes de época, todo es precioso pero tiene un defecto: la realizadora. Ha hecho películas memorables («El honor de katharina Blum», «Rosa Luxemburgo», y aquí hace el papel de la presentadora con mucha fatuidad. Canibaliza algunas escenas (cuando lo que queremos es ver a Bergman, y no a ella). Por piedad, montad de nuevo la película eliminando a la señora Trotta, y tendremos un hermoso documental» (François Forestior, Nouvel Obs).
La realizadora alemana Margarethe von Trotta conoció muy bien al gran cineasta Ingmar Bergman en los años 1970, la época en que se exilió en Alemania escapando de sus problemas con el fisco.
En el documental «Entendiendo a Ingmar Bergman» (Searching for Ingmar Bergman), al menos el segundo de los que hemos visto con ocasión de cumplirse el centenario del nacimiento de Bergman (14 de julio 1918), von Trotta, quien no esconde su fervor por el cineasta y hombre de teatro sueco, ha hecho un retrato didáctico y algo estereotipado del cineasta escarbando entre sus recuerdos, entrevistando a amigos, amantes, colaboradores y miembros de la familia – Liv Ullmann, Olivier Assayas, Mia Hansen-Love, Jean-Claude Carrière, Carlos Saura…y algunos de los nueve hijos que tuvo con sus cinco esposas y alguna amante- que recuerdan momentos y anécdotas de gran valor biográfico.
En mi opinión, lo mejor son las entrevistas con Daniel Bergman, de 56 años, hijo de la pianista Käbi Laretei y también cineasta, quien cuenta las dificultades de crecer a la sombra de un gran hombre y que confiesa: «Desde que murió nunca me ha faltado».
«Entendiendo a Ingmar Bergman», tercer estreno del ciclo «Visiones de cine» que las salas Verdi han programado para este verano 2019, es un retrato de la vida y la obra del realizador «que explora su legado cinematográfico (…) un recorrido por las escenas clave de su filmografía, los temas recurrentes de sus películas y los lugares en los que trabajó para descubrir las diferentes capas que constituyen su fascinante mundo artístico y personal». La realizadora confiesa estar marcada desde siempre por la película «El séptimo sello», sobre la que vuelve una y otra vez.
En una ocasión Ingmar Bergman declaró que entre sus películas preferidas se encontraba «Los años de plomo». Este ha sido el motivo de que la Fundación Bergman encargara a la realizadora alemana esta película conmemorativa. Ni biografía, ni análisis de una filmografía, pero sí un retrato con claroscuros y pretensiones exhaustivas, aunque sea difícil encontrar en el documental algo que no conozcan de antemano los muchos devotos que el genio del cine sueco tiene repartidos por el mundo.
Una especie de historia oficial con sus obras maestras (del «Séptimo sello» a «Fanny y Alexander»), sus inmensas dotes para la dirección de actores, las relaciones neuróticas con las mujeres y la familia, y la difícil personalidad del maestro sueco que sigue inspirando a las siguientes generaciones de cineastas.