Terror a caballo entre lo fantástico y la antropología, «Midsommar» es una película de miedo sobre los mecanismos de una secta: lavado de cerebros, personajes bobaliconamente felices vestidos de blanco y coronados de flores, sacrificios explicados con la lógica del pavor… Algunos ya han puesto nombre al género: «nuevo cine fantástico».
Un perverso cuento de terror que transcurre a plena luz del día, la película, escrita y dirigida por Ari Aster («Herederitary») cuenta con un reparto de jóvenes como Florence FPugh («Lady Macbeth». «La chica del tambor»), Jack Reynor (Detroit, Sing Street), Will Poulter ( ‘Black Mirror: Bandersnatch’), y William Jackson Harper (‘The Good Place’).
Invitados por uno de sus compañeros, Dani y Christian, una pareja de estudiantes universitarios estadounidenses, que no está pasando por su mejor momento, acude con varios amigos más al Midsommar, un festival de verano que se celebra cada noventa años en una remota aldea de Suecia. Lo que comienza como unas vacaciones de ensueño en el lugar donde el sol no se pone nunca poco a poco se convierte en una oscura pesadilla, cuando los misteriosos aldeanos los invitan a participar en sus perturbadoras actividades festivas.
Son jóvenes, querían escapar de su rutina, querían viajar, querían visitar Europa. El azar les lleva a un pueblo encantador donde la droga circula como si fueran caramelos y sus habitantes practican unos rituales muy particulares. En realidad, detrás de esa comunidad inmaculada y aparentemente feliz se esconde una secta con rituales más que peligrosos, pero muy atractivos al parecer cuando, como es el caso de la joven Dani, acabas de pasar por la terrible experiencia de que tu hermana bipolar ha matado a tus padres.
Experiencia antropológica, relato de suspense, descripción minuciosa de un caso de manipulación sectaria, en «Midsommar» el horror es más subterráneo que evidente, basado en una violencia que crece a medida que avanza el relato, al que tengo que reprocharle su excesiva duración.
https://youtu.be/V6NmwSETQRc
Difícil de clasificar, belleza y horror a la vez, para su realizador «Midsommar es muchas cosas antes que terrorífica: perturbadora, espeluznante, retorcida, efectiva, molesta y desconcertante».
Hay opiniones para todos los gustos, yo no disfruto con la perversidad y el sadismo.