El Proyecto de Instalación de Ascensor es un documento que recoge toda la información, cómputos y estudios de factibilidad, que prevén que el emprendimiento es viable.
Cuando está redactado y revisado se presenta a la Administración de la comunidad y luego al Ayuntamiento, a fin de que otorgue la licencia del municipio y los permisos respectivos con los que se dará inicio a la ejecución de la obra.
La importancia de un arquitecto o ingeniero es vital, debido a que tiene que ser elaborado, redactado y firmado por un profesional de este ámbito; un técnico cualificado, ingeniero, arquitecto o especialista.
Inquietudes que surgen al instalar un ascensor en una comunidad
Cuando en una comunidad de propietarios es necesaria la instalación de ascensor, suelen aparecer problemas y discusiones entre estos, que se quejan de los problemas estructurales, los gastos excesivos de mantenimiento y demás.
La ley de Propiedad Horizontal
Estos problemas se aclaran revisando lo que plantea al respecto la Ley de Propiedad Horizontal, donde indican algunas pautas o criterios acerca de los conflictos que suelen aparecer cuando se va a instalar un ascensor.
El voto a favor de la mayoría de los propietarios
Esta ley se revisó y modificó según los parámetros de rehabilitación, regeneración y renovaciones urbanas, donde el artículo 17.2 plantea que para instalar un ascensor es necesario el voto a favor de la mayoría de propietarios, que coincidan a su vez, con la mayoría de las cuotas de los participantes.
¿Es necesario votar cuando se elimina un elemento arquitectónico?
Este artículo 17.2 exige la misma mayoría de propietarios y cuotas, cuando instalar el ascensor implica eliminar alguna barrera arquitectónica, como un muro o elemento constructivo que interfiera con la instalación, siempre que no afecte estructuralmente la edificación.
Es obligatoria la instalación cuando aplican estos requisitos
Cuando un propietario mayor de 70 años o con discapacidad comprobada, solicita la instalación para obtener un entorno accesible a su incapacidad, es obligatoria su instalación. Al igual que cuando un propietario lo solicita porque trabaja o habita una persona discapacitada o mayor de 70 años.
Repartir el coste de inversión entre todos los propietarios
A pesar de que algún vecino se niega porque vive en planta baja y no lo usa, o impedimentos de ese tipo, la LPH exige que cada uno debe contribuir, de acuerdo a su cuota participativa, con el mantenimiento del inmueble y todos sus servicios.
Argumentan que no se paga por ser un usuario, sino por ser un propietario y todos son dueños de los elementos comunes, proporcional a su cuota participativa.
Otra forma de repartir los gastos
Existe la posibilidad de que la comunidad, previo acuerdo por mayoría, decida repartir estos costes de instalación de otra forma, prorrateada por m2 de cada piso, o diferenciando si son viviendas u oficinas, siempre y cuando exista consenso entre todos los propietarios.
El mantenimiento de los ascensores
El artículo 9.1 de la LPH plantea que el mantenimiento siempre estará a cargo de los propietarios, según su cuota participativa. A menos que decidan otra manera, previo consenso de los propietarios.
Nunca es posible que el gasto del mantenimiento se pague según la altura en la que vive el propietario, porque todos y cada unos son dueños de los elementos comunes, pisos, muros, ascensores, escaleras, áreas recreativas y otros.
La viabilidad de un proyecto de esta envergadura
Instalar un ascensor necesita un proyecto y su realización implica cambios estructurales, de instalaciones eléctricas, motores, cuarto de máquinas y una logística e infraestructura que no se puede dejar a la improvisación.
El proyecto de instalación tiene que estar elaborado por profesionales competentes. Sobre todo porque se trata de un edificio ya construido, que hay que modificar y adaptar para esta nueva función de accesibilidad en vertical.
El presupuesto estimado
El número de ascensores a instalar, el número de plantas a subir y la necesidad de demoler o reformar un espacio para ubicar el dispositivo, influyen en el presupuesto.
La inversión total para el equipamiento y mano de obra de instalación no es para nada despreciable, sumado al coste del proyecto de ingeniería previo, lo convierten en una obra de gran magnitud, que debe ser planificada, proyectada y supervisada por profesionales de esta área de la construcción, para que todo llegue a buen puerto y su desarrollo transcurra sin complicaciones.