Bajo el lema, «te puede pasar a ti, nos puede pasar a cualquiera», la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE) han vuelto a reclamar visibilidad y han solicitado que todos los afectados tengan de nuevo una oportunidad para volver a vivir con dignidad y plenitud.
El hecho de padecer un daño cerebral adquirido por un ictus, un traumatismo craneoencefálico o un derrame, de los que nadie está exento, hace que muchas familias y los pacientes en particular tengan que cambiar radicalmente su proyecto de vida, su trabajo, sus relaciones personales, etc.
En palabras de FEDACE: “de repente todo se convierte en una odisea, en una luchaencarnizada por seguir adelante, por moverse como lo hacía ayer, por seguir viendo con nitidez, por poder oír claramente y mantener el sentido del equilibrio, por poder relacionarsecon su pareja, con su familia, con su mejor amigo, con sus compañeros de trabajo o con sus clientes. En el sentido más amplio de la palabra, como lo hacía en el cercano ayer. Sus sueños, sus anhelos, sus prioridades, lo que puede y lo que ya no puede hacer cambia. En cuestión de segundos, todo cambia. La verdad es que ninguno de nosotros está exento de sufrir las consecuencias del daño cerebral. Da igual si eres hombre o mujer, rico o pobre, hijo o abuelo, sucede”.
De igual forma se solicita una estrategia nacional de atención a estas enfermedades; la creación diagnóstica y la elaboración de un censo de personas con DCA y que las familias describan las necesidades concretas que tienen los afectados para poder solucionarlas.
FEDACE de igual forma ha leído un manifiesto y agradecen al movimiento asociativo de pacientes todos los actos que han tenido lugar para la visibilización de las consecuencias de haber padecido un daño cerebral.