Hace cuatro años, en abril de 2009, desde “Ares de Córdoba” se lanzaba una campaña dirigida a creadores y artistas, así como también a la ciudadanía en su conjunto, titulada «Mueve el culo», con el objetivo de fomentar la solidaridad entre las personas que trabajan por y para el arte y la cultura. Se argumentaba entonces que la campaña se impulsaba “especialmente en estos momentos de crisis económica que a todos nos afecta”, pero lo cierto es que hoy más que nunca son bienvenidas iniciativas solidarias también en el mundo de la cultura y el arte.
La campaña la impulsó el Centro Internacional de Arte y Literatura «Equipo Córdoba» (CIALEC), organismo creado en 2005, que aglutina a más de 500 creadores de diferentes países y que actúa bajo la tutela de la Asociación Cultural Aires de Córdoba.
“Queremos hacer bueno aquello de ayudar para ser ayudado”, se proponían, “apoyar para que luego otros me apoyen, hoy por ti y mañana por mí…”
Objetivo de la campaña es animar la asistencia a las inauguraciones, difundir las convocatorias entre las personas conocidas, en los blogs personales, en los medios de comunicación, etc., para así “generar un efecto sinérgico que beneficie al arte, a los artistas y demás creadores, y a las entidades que trabajan por el arte y la cultura”.
“De lo que se trata”, concluía la presentación, “es simple y llanamente realizar un llamamiento a todos/as los/las compañeros/as artistas, y al público en general, para que apoyen con su presencia los actos culturales que organiza Aires de Córdoba. Un llamamiento que es perfectamente aplicable a cualquier acto cultural que realice cualquier otra entidad en cualquier parte del mundo.”
Manifiesto «MUEVE EL CULO»
El devenir social actual nos lleva irremediablemente a un profundo trastorno cultural a la par que económico.
Día a día constatamos el desinterés general global por todo lo que supone un acercamiento a lo cultural como básica base de educabilidad social.
Lo que hasta hace pocos años se mostraba como restringido a un determinado núcleo de la ciudadanía se abrió paso con las nuevas apuestas y tecnologías, con las nuevas aperturas y proyectos a un amplio público, a la gran mayoría, pero tal cambio no ha dado los frutos deseados, al ciudadano de a pie le continua costando trabajo acercarse unos instantes a disfrutar de un evento artístico o literario.
¿En que estamos errando?
Lejos de mejorar, el problema se acrecienta por el desinterés de los propios creadores que, en la mayoría de casos, eluden apoyar e ir a muestras o presentaciones de sus propios compañeros. La cultura del «yo» y sólo «yo».
No nos engañemos, egoístamente también se puede llegar fácilmente a la conclusión de que el aumento de la actividad cultural provoca un claro desarrollo económico.
La respuesta son calles repletas pero salas vacías de público, vacías de esperanza, vacías de un movimiento que no haría por más que dignificar la labor del autor y mostrar una esperanza a las generaciones venideras.
Se presenta como fundamental un gran cambio en la cultura a nivel mundial, un gran cambio que acercara a nuestros jóvenes y niños a lo más profundo de nuestro hacer, a lo más intimo del ser, ya que sin cultura como básica baza educativa la desaparición de los valores no tardaría en surgir.
Te instamos a ti como padre o madre, a ti como educador/a, a ti como paisano/a y, sobre todo, a ti como creador/a a apoyar actividades, esfuerzos y labores que no tienen otro fin último que el de engrandecer y dignificar al ser humano.
Francisco Arroyo (Director del CIALEC)