Investigadores del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC (ICP-CSIC) han obtenido un nanomaterial que elimina el coronavirus y puede aplicarse a tejidos y mascarillas. Éste está constituido por nanopartículas de cobre que inhiben las proteínas del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.
Este material, que ya ha sido patentado, permitirá recubrir materiales y tejidos en usos hospitalarios, barandillas, lugares públicos, pomos, etc., con el fin de evitar la propagación del virus. La tecnología consiste en unas nanopartículas que interacciones sobre las proteínas del coronavirus modificándolas a través de un mecanismo de oxidación y bloqueando su capacidad para infectar las células humanas.
Este nuevo material es muy eficiente inhibiendo las proteínas funcionales del SARS-CoV-2, especialmente la proteasa 3CLpro (que interviene en el proceso de replicación del virus) y la proteína spike (la que permite la entrada del virus en las células humanas), según ha demostrado el equipo de Palomo, en colaboración con los investigadores Olga Abian y Adrián Velázquez, del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón), Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y la Universidad de Zaragoza.
“Estas nanopartículas de cobre están homogéneamente distribuidas embebidas sobre una matriz proteica, generando así un material biocompatible, que además permite mantener las nanoparticulas adheridas”, indica el investigador.
Esta eficacia como viricida se debe a que los componentes activos son nanopartículas de cobre de pequeño tamaño, lo cual incrementa la eficiencia, y también, que está formada por especies de cobre con un único estado de oxidación, que permite obtener una alta actividad biológica nunca antes observado en otros compuestos.
Mediante estos nanomateriales, se podrán recubrir diversas superficies, e incluso las mascarillas, que evitarán el paso del virus y, por ello, la transmisión debida a una mala filtración. Este material ha sido probado también sobre otras superficies de acero y hierro y por ello, se considera que puede recubrir distintas superficies de contacto como barandillas, pomos, etc. sobre todo en espacios públicos.
Las características de este nanomaterial son extremadamente estables, dado que conservan la estabilidad e incluso a temperaturas elevadas, (más de ochenta grados centígrados) se asegura su utilización hasta cincuenta o sesenta grados, con absoluta fiabilidad (un ejemplo sería el de la reutilización de mascarillas).
Actualmente se está estudiando su comercialización en el mercado y el desarrollo de diversos productos avalados por los estudios del CSIC.